Revelan la penetración de Irán en Latinoamérica
Primera parte de una serie
Por Sergio Boffelli
Fuente: Diario Las Américas
Correo: sboffelli@diariolasamericas.com
La República Islámica de Irán, con su particular visión del mundo, ya cuenta con una fuerte presencia en algunos países de Latinoamérica, y con más de 20 mil millones de dólares invertidos, una notoria presencia en las relaciones diplomáticas, comercio, banca y finanzas, industrias, minería y búsqueda de uranio, energía, pesca, construcción, navieras y línea aérea y petróleo; más una supuesta planta de explosivos, tráfico de drogas y “asistencia” en inteligencia, marcan su presencia por primera vez en 5 mil años de historia, en una región con la que no existe afinidad histórica, cultural, política ni económica.
Norman A. Bailey, profesor del Instituto de Política Mundial, presidente del Instituto de Crecimiento Económico Global en Washington, y ex funcionario de alto rango de órganos de inteligencia y seguridad en los Estados Unidos, dio a conocer su estudio en un encuentro del Centro de Política Hemisférica de la Universidad de Miami (UM).
El académico presentó lo que considera es la penetración de Irán en el continente, y rehusando considerar al presidente venezolano Hugo Chávez como que no es amenaza a la seguridad de Estados Unidos. Para el experto es lo contrario, pues Chávez se opone a las iniciativas norteamericanas, ha tratado de influir en acontecimientos políticos de otros países, apoya grupos terroristas y guerrilleros, e invierte miles de millones de dólares en armamento ruso, además de promover a Irán y brindarle facilidades.
En el área financiera, motor esencial de otras actividades, se destaca la creación de una alianza entre el Banco Industrial de Venezuela y el Banco Iraní de Desarrollo y Exportación. También se facilitó la formación del Banco Internacional de Desarrollo, de acuerdo a Bailey con capital enteramente iraní, así como apertura en Caracas de oficinas de otros bancos persas, “designados para facilitar el financiamiento de organizaciones terrorista y movimientos guerrilleros”, y evitar sanciones financieras internacionales.
Agregó que en el estado de Bolívar funciona una fábrica de tractores; en el estado de Monagas una planta de cemento; ensamblaje de vehículos en el estado de Aragua, y en el estado de Cojedes una fábrica de bicicletas, pero que “algunas de estas instalaciones son utilizadas primariamente como bodegas para almacenar drogas ilegales, armas, y otros artículos útiles a los iraníes y sus clientes”.
El experto indicó que la República Islámica controla una mina de oro en el estado de Bolívar, de la que se ha reportado produce uranio. Otras actividades, como supuestas plantas procesadoras de maíz y productos lácteos, se señalaron en los estados de Sucre, Barinas, Yaracuy, Guárico y Zulia.
Sin embargo el gobierno venezolano controla toda la actividad aérea y portuaria, por lo que “no existe manera de saber qué ingresa y qué sale del país, más que lo que el gobierno quiere que el público sepa”, mientras los vuelos conectan Caracas con Teherán, con escala en Damasco, en los que se alternan la línea venezolana Conviasa y la Irán Air. Los vuelos no aceptan pasajeros ni carga privada, y de acuerdo al informe “aterriza y descarga pasajeros y carga sin controles migratorios ni aduaneros.”
Ileana Ros-Lehtinen, la republicana de mayor rango en el Comité de Relaciones Exteriores del Congreso, quien continuamente insiste en los peligros que representa Irán en la región, dijo que “por más de una década el régimen iraní ha trabajado para expander sus redes de militantes islámicos extremistas, en cada región y esquina del mundo”, recordando los ataques que durante 1994 sufrió la Asociación Mutual Judía en Argentina (AMIA), en Buenos Aires, causando la muerte de 86 inocentes.
“Irán intenta poner el hemisferio bajo su influencia, la amenaza es real, y ya está cobrando vidas”, expresó Ros-Lehtinen, para quien “tenemos que proteger nuestra nación, nuestra gente y nuestros intereses, de esta amenaza creciente.”
Bailey recordó que la línea naviera iraní-venezolana, el grupo Irisl, que el 30 de diciembre del 2008, yendo de Irán a Venezuela las autoridades de Turquía “interceptaron 22 contenedores, marcados como partes de tractores, en el puerto de Mersin, los que de hecho contenían materiales para fabricación de bombas y otras armas.”
En cuanto al sector energético, Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), y su par iraní, PetroPars, se aliaron para perforar en el estado de Anzoátegui.
Para Juan M. Dircie, del Comité Judío Americano (AJC, siglas en inglés) para Miami-Dade y Broward, la presencia de Irán en la región podría tener “fuertes implicancias para la democracia y seguridad continental”, pues las relaciones entre países del continente e Irán “ameritan nuestra atención y preocupación. Se necesitan acciones concertadas y decisivas para monitorear cuidadosamente la actividad de Irán y los grupos que subsidia, evaluar correctamente su potencial para causar daño, y generar mecanismos para evitar escenarios potencialmente peligrosos.”
Basado en fuentes confidenciales y otras públicas, Bailey recomendó que “Estados Unidos y otros gobiernos deberían implementar acciones inmediatas para confrontar esta amenaza”, entre las que enumeró algunas que harían reaccionar a Chávez y sus aliados de maneras agitadas. O quizás los dejen mudos.
En próximos entregas: el tráfico de drogas, planta de explosivos, Irán se expande en la región, las comunidades judías, Irán y Cuba, y las recomendaciones de Norman Bailey.
Etiquetas: narcotrafico, nuclear, terrorismo
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