Revelan detalles del plan nuclear de Chávez y del régimen iraní

La prestigiosa revista Foreing Policy publica documentos que prueban el programa atómico chavista. Advierte que la comunidad internacional debería tomar conciencia de la gravedad de la situación

El caudillo venezolano, Hugo Chávez, admitió la semana pasada que estudia la posibilidad de desarrollar su propio programa nuclear, y al igual que su par iraní, Mahmud Ahmadinejad, trató de presentarlo como un programa inofensivo diseñado exclusivamente para fines pacíficos.

Según publica hoy el portal de la prestigiosa revista Foreign Policy, el pasado 21 de septiembre se celebró una reunión informativa para periodistas y expertos de la región en la que reveló por primera vez información sobre el programa nuclear de Chávez y su colaboración preocupante con Irán.

Esta investigación da cuenta de un panorama mucho más oscuro de las intenciones de Chávez , ya que los documentos sugieren que Venezuela ayuda a Irán a obtener uranio y a evadir las sanciones internacionales.

Según Foreign Policy, la decisión de Chávez de confiar en uno de los peores proliferadores del mundo para desarrollar su plan nuclear " hace saltar todas las alarmas".

"Sus recientes declaraciones subestimando la naturaleza de su plan, plantean más preguntas que respuestas", escribe hoy en su artículo Roger Noriega, ex secretario de Estado de los Estados Unidos.

Según el Consejo de Seguridad de la ONU, en su resolución 1929 aprobada en junio después de un agresivo esfuerzo diplomático de los Estados Unidos, todos los gobiernos deben prohibir la participación iraní en "la extracción de uranio, la producción o el uso de materiales y tecnología nucleares".

La instalación de una empresa ubicada en el sur del estado Monagas, construida en 2007 por Edhasse Sanat, es propiedad del Ministerio de Minas de Irán.

Según testigos presenciales, la planta aún no elaboró ni una sola bolsa de cemento, pero, en cambio, sirve como un conducto para trasladar el mineral a un puerto sobre el río Orinoco, donde se transfiere a los buques de bandera iraní, en el Océano Atlántico. Una vez que llega al mar abierto, no hay nada que impida su entrega a Irán.