Manipulación de la Historia

Por: José Rafael López Padrino

La historia es una de las herramientas más utilizadas por los autócratas para legitimar sus perversos proyectos, y justificar sus atrocidades. Es por ello que la misma ha sido constantemente abusada, alterada y tergiversada con el propósito de fraguar guerras, de perseguir grupos étnicos, políticos y religiosos o simplemente para publicitar una visión parcializada del acontecer. Manipulaciones con las cuales se han configurado los más aborrecibles casos de totalitarismo.

El socialfascismo bolivariano ha logrado encubrir, ocultar y manipular la historia de nuestra patria hasta hacerla irreconocible. Abusa de nuestros ancestros que nos independizaron del imperio español a fin de justificar un fanatismo e intolerancia ajenos a nuestras raíces históricas. En nombre de un falaz proceso libertario propician retóricas confrontacionales y pretenden imponer un pensamiento único militarizado, fuertemente jerarquizado en torno a la figura del tte coronel. Sujeto que desde el poder ejerce el monopolio de la representación política y de la toma de decisiones, ignorando la opinión e intereses de los sectores que falazmente dice representar.

Los fariseos socialfascistas mediante una despreciable manipulación de la historia, niegan el papel de los sindicatos como instrumentos de lucha de los trabajadores, criminalizan el derecho a la huelga y a la protesta laboral por el incumplimiento de los contratos colectivos, los bajos salarios, el aumento del costo de la vida, la inflación galopante, la eliminación de beneficios sociales, así como la carencia de una seguridad social. Como buenos fascistas aspiran a acabar con el sindicalismo clasista, fomentando "sindicatos" controlados por el Estado, que no defienden los intereses de los trabajadores, sino que sirven para mantenerlos bajo su control totalitario.

Esta perversa manipulación de la historia se ha dado gracias al esfuerzo del aparato propagandístico goebbeliano del régimen y de la nómina de seudo-historiadores que han reescrito la historia al igualar la figura de un bastardo tte coronel con la del Padre de la Patria. Esta sarta de adulantes ha forzado o simplificado los hechos del pasado hasta convertirlos en caricaturas, con interpretaciones irreconocibles que no aguantarían un simple análisis historiográfico. Son los mujiquitas encargados de satisfacer las aspiraciones imperiales del iletrado de Miraflores.

El socialfascismo bolivariano sólo se ha limitado a afianzar en el poder al proyecto hegemónico del pasado, oxigenándolo con nuevos autores, misiones asistencialistas y con un capitalismo de Estado super-explotador, maquillado con el nombre de "socialismo del siglo XXI". El comandante minoritario y su pesadilla de proyecto sólo han traído más hambre, miseria y explotación a los venezolanos.