Narcochávez: Círculo Se Cierra
Tubazos de Impacto
Fuente: Citizen News Agency
Entre los venezolanos crece la percepción de que, a pesar de los errores cometidos, las primeras cuatro décadas de la democracia venezolana representaron un momento estelar de nuestra historia republicana, muy superior institucional y éticamente que el desastre sin parangón del narcogobierno de Hugo Chávez.
Por cierto que entre los más connotados expertos y congresistas en Washington ya es un lugar común considerar al gobierno chavista como un Narcogobierno, y crece la matriz de opinión sobre la inevitabilidad de designar a Venezuela como un Narcoestado promotor del terrorismo mundial, que debe ser forzado a rendir cuentas ante las numerosas violaciones a las leyes internacionales.
Las consecuencias de que Venezuela sea designada como Narcoestado son complejas: los Estados Unidos se verían obigados a bloquear toda clase de negocios excepto los que tengan fines humanitarios, e incluyendo los envíos de crudo. Todas las operaciones financieras o transferencias de dinero no autorizadas serán congeladas en todos los paraísos fiscales, y comenzaría una verdadera cacería de fortunas en lugares como Andorra, Suiza, Portugal y el Caribe, cuyos paraísos fiscales se verían sometidos a enormes presiones para revelar si ocultan dineros de los chavistas connotados. Paralelamente, las cortes federales norteamericanas abrirían juicios masivos contra funcionarios y militares chavistas de los que ya hay aplastante evidencia de que cooperan con factores terroristas y del narcotráfico. Entretanto, la designación de narcopresidente se añadiría a la de dictador corrupto, que ya le está trayendo muchos problemas a Chávez en la escena internacional. El desenlace de esta coyuntura peligrosa podría ser de pronóstico reservado.
La Agencia Contra las Drogas (DEA), de Estados Unidos, mantiene una estrecha vigilancia sobre dos personas originarias del medio oriente, que desde la isla de Margarita operan una red de financiamiento a operaciones terroristas a escala mundial, como los atentados en un hotel de Mumbai, India, y las explosiones en el metro de Londres. Las personas ya están identificadas, y cuentan con la protección del ministro de Interior y Justicia Tarek El-Aissami.
Entre los venezolanos crece la percepción de que, a pesar de los errores cometidos, las primeras cuatro décadas de la democracia venezolana representaron un momento estelar de nuestra historia republicana, muy superior institucional y éticamente que el desastre sin parangón del narcogobierno de Hugo Chávez.
Por cierto que entre los más connotados expertos y congresistas en Washington ya es un lugar común considerar al gobierno chavista como un Narcogobierno, y crece la matriz de opinión sobre la inevitabilidad de designar a Venezuela como un Narcoestado promotor del terrorismo mundial, que debe ser forzado a rendir cuentas ante las numerosas violaciones a las leyes internacionales.
Las consecuencias de que Venezuela sea designada como Narcoestado son complejas: los Estados Unidos se verían obigados a bloquear toda clase de negocios excepto los que tengan fines humanitarios, e incluyendo los envíos de crudo. Todas las operaciones financieras o transferencias de dinero no autorizadas serán congeladas en todos los paraísos fiscales, y comenzaría una verdadera cacería de fortunas en lugares como Andorra, Suiza, Portugal y el Caribe, cuyos paraísos fiscales se verían sometidos a enormes presiones para revelar si ocultan dineros de los chavistas connotados. Paralelamente, las cortes federales norteamericanas abrirían juicios masivos contra funcionarios y militares chavistas de los que ya hay aplastante evidencia de que cooperan con factores terroristas y del narcotráfico. Entretanto, la designación de narcopresidente se añadiría a la de dictador corrupto, que ya le está trayendo muchos problemas a Chávez en la escena internacional. El desenlace de esta coyuntura peligrosa podría ser de pronóstico reservado.
La Agencia Contra las Drogas (DEA), de Estados Unidos, mantiene una estrecha vigilancia sobre dos personas originarias del medio oriente, que desde la isla de Margarita operan una red de financiamiento a operaciones terroristas a escala mundial, como los atentados en un hotel de Mumbai, India, y las explosiones en el metro de Londres. Las personas ya están identificadas, y cuentan con la protección del ministro de Interior y Justicia Tarek El-Aissami.
Etiquetas: narcotrafico, Paraísos Fiscales
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