Terrorismo: Medio centenar de etarras con Chávez
Venezuela se ha convertido en el nuevo «santuario» de los terroristas. Destacados miembros de la banda, pendientes de ser extraditados
MADRID-Venezuela se ha convertido en el nuevo «santuario» de los etarras que quieren vivir tranquilos, «a la sombra de Chávez», y alejados de la acción de la Justicia. De hecho, fuentes de la Audiencia Nacional consideran que en estos momentos, aproximadamente, medio centenar de miembros de ETA se encuentran refugiados en el citado país.
Venezuela ha hecho caso omiso a las peticiones de extradición de Arturo Cubillas, respecto al cual el juez Eloy Velasco amplió su petición de extradición el pasado mes de marzo. En esa resolución, le procesaba, junto al ex jefe militar etarra Mikel Kabikoitz Karrera Sarobe, «Ata» y al ex responsable del aparato político Francisco Javier López Peña, «Thierry». Pero no sólo eso, sino que, además, le consideraba dirigente de ETA en Venezuela, al menos entre los años 2004 y 2008.
El Gobierno atendió la petición del juez y reclamó al Ejecutivo de Chávez la entrega de Cubillas. La respuesta del Gobierno venezolano ha sido que siga en su puesto en el Ministerio de Agricultura, dedicado a la expropiación de tierras.
La vida pública de Cubillas en Caracas arranca en los 90. A mediados de esa década funcionó en El Hatillo, en los aledaños de la capital venezolana, un restaurante vasco bautizado como «Oker». Allí, en el cruce de las calles Bolívar y Dos de Mayo, se disfrutaba de una excelente comida vasca que podía resultar ligeramente indigesta si se conocían ciertos detalles. Su propietario no era otro que Arturo Cubillas, el etarra huido de España y que pertenecía a un «comando» al que se atribuyen una veintena de atentados y tres asesinatos. Un grupo armado cuyo nombre usó para bautizar su negocio de hostelería. Cubillas apuraba la nostalgia por su «comando Oker» entre chacolís en versión caraqueña. Pero sus fogones son hoy historia. Si se marca el teléfono del restaurante –todavía figura en una web de servicios– una voz femenina invita al otro lado a dejar un mensaje para «Estrategias empresariales»...
Cubillas llegó a Venezuela en mayo de 1989, pero en los últimos meses ha vuelto a las primeras páginas por el auto del juez Velasco que denuncia la conexión entre ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con el etarra como supuesto enlace. Nada nuevo bajo el sol del Caribe.
Venezuela ha hecho caso omiso a las peticiones de extradición de Arturo Cubillas, respecto al cual el juez Eloy Velasco amplió su petición de extradición el pasado mes de marzo. En esa resolución, le procesaba, junto al ex jefe militar etarra Mikel Kabikoitz Karrera Sarobe, «Ata» y al ex responsable del aparato político Francisco Javier López Peña, «Thierry». Pero no sólo eso, sino que, además, le consideraba dirigente de ETA en Venezuela, al menos entre los años 2004 y 2008.
El Gobierno atendió la petición del juez y reclamó al Ejecutivo de Chávez la entrega de Cubillas. La respuesta del Gobierno venezolano ha sido que siga en su puesto en el Ministerio de Agricultura, dedicado a la expropiación de tierras.
La vida pública de Cubillas en Caracas arranca en los 90. A mediados de esa década funcionó en El Hatillo, en los aledaños de la capital venezolana, un restaurante vasco bautizado como «Oker». Allí, en el cruce de las calles Bolívar y Dos de Mayo, se disfrutaba de una excelente comida vasca que podía resultar ligeramente indigesta si se conocían ciertos detalles. Su propietario no era otro que Arturo Cubillas, el etarra huido de España y que pertenecía a un «comando» al que se atribuyen una veintena de atentados y tres asesinatos. Un grupo armado cuyo nombre usó para bautizar su negocio de hostelería. Cubillas apuraba la nostalgia por su «comando Oker» entre chacolís en versión caraqueña. Pero sus fogones son hoy historia. Si se marca el teléfono del restaurante –todavía figura en una web de servicios– una voz femenina invita al otro lado a dejar un mensaje para «Estrategias empresariales»...
Cubillas llegó a Venezuela en mayo de 1989, pero en los últimos meses ha vuelto a las primeras páginas por el auto del juez Velasco que denuncia la conexión entre ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con el etarra como supuesto enlace. Nada nuevo bajo el sol del Caribe.
Etiquetas: Banda Terrorista ETA, terrorismo
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