Oposición y alternativa
Por: Orlando Ochoa P.
Fuente: El Universal
Twitter: @orlandoochoa
Los serios problemas de debilidad en la institucionalidad democrática, en la conducción de la economía y de la industria petrolera dominan todo el panorama nacional. Los programas sociales en marcha o en planes (algunos son simple propaganda) a penas pueden compensar parcialmente los daños causados por un proyecto personal, político e ideológico esencialmente errado y tolerante de la corrupción de jefes políticos y operadores cercanos. La desviación de fondos petroleros y reservas internacionales hacia fines ocultos o poco transparentes revelan, en conjunto, el mantenimiento de una fachada democrática y muy pocos escrúpulos por parte de la cúpula del chavismo. Se observa una enorme insatisfacción por los seguidores del régimen, conscientes en su mayoría que ahora el Gobierno sólo abusa de recursos fiscales y propaganda para fines electorales en 2012. No hay revolución, sólo ambición.
Es evidente que en estas circunstancias el país requiere la discusión política y nacional amplia de un plan de rectificación de rumbo, de enfrentar problemas viejos y nuevos, de una unidad substantiva para reconstruir las instituciones, la economía y el sector petrolero. Si el uso de los recursos provistos por el petróleo, el endeudamiento masivo, el financiamiento monetario del BCV (el cual causa la inflación más alta del mundo), son usados para fines electorales o internacionales de un solo hombre, la alternativa de poder debe ofrecer planes económicos, petroleros, institucionales y sociales creíbles; los cuales deben alcanzar resultados que emulen lo que países como Brasil y Chile lograron al combinar baja inflación, diversificación de exportaciones y empleo con política social eficaz.
Antes de llegar Hugo Chávez al poder en 1998 hubo un declive socioeconómico secular de 20 años, el cual tuvo graves consecuencias. El mundo político venezolano de entonces no tuvo la capacidad de rectificar. Ahora que se presenta una coyuntura crítica, única en un siglo, se sigue la rutina de elegir un candidato para una elección presidencial, sin ningún tipo de entendimiento previo trascendente. Por el contrario, hay signos de preparación para repartición de “cuotas” políticas que debilitarían mucho a un posible gobierno alternativo.
Etiquetas: Análisis Económico
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