Venezuela: La violencia y la venganza como banderas
Por: Mario A. Laguzza
Lo que sigue son algunas reflexiones hechas tiempo atrás, por la periodista y escritora española Pilar Rahola. Como periodista cubrió varias de las guerras sucedidas en estos últimos veinte años. También actuó en política: de 1993 a 2000 fue diputada en el parlamento español por la Izquierda Republicana Catalana, y durante cuatro años, fue alcaldesa de Barcelona. La periodista y doctora en filología catalana Pilar Rahola se define de izquierda, pero critica con dureza “la izquierda antimoderna, reaccionaria y antisemita que se enamoró de Stalin y de Castro y que ahora está enamorada de Chávez”. Sin vueltas, insiste: “Combato a la izquierda que siempre se enamora de monstruos”.
“Sé que decirlo remueve y araña mi alma antifranquista, pero viendo el círculo de odios, venganzas, juicios inacabables y toda suerte de denuncias cruzadas que aún atenazan —y condicional severamente— la política argentina, creo que el camino que tomó la democracia española fue tan valiente, como necesario para garantizar el futuro. A Argentina le pesa tanto el pasado, que a veces parece que habita en él, como si la realidad no fuera más que su derivada.
“Un pasado, además, mirado con ojo tuerto, donde los dictadores y sus cómplices reciben el legítimo repudio y lentamente van pisando los suelos de la justicia; pero cuyos terroristas son considerados héroes del pueblo.
“Héroes. Lacra de toda latinoamérica y no sólo de Argentina, la actitud de una parte del espectro social, que minimiza, justifica e incluso avala el terrorismo, es un penoso síntoma del relativismo ético que practican muchos líderes de izquierdas, hasta el punto de no conmoverse ni con la muerte masiva. Ahí está, para vergüenza de Argentina y para vergüenza de la humanidad, el brindis que Hebe de Bonafini —la antigua presidente de las madres de Mayo— hizo, celebrando el atentado del 11 de septiembre. Un total de 4.000 muertos, 4.000 personas con sus vidas, sus esperanzas, sus ilusiones, convertidas en humo en manos del terror, y la risa de Bonafini bendiciendo la matanza. Y su famoso ¡Viva ETA! En la España que la había invitado y aún lloraba la muerte de Ernest Lluch.
“Hebe representa el paradigma de una izquierda violenta, revanchista hasta la locura, inequívocamente reaccionaria. Sin embargo, ¿es ella lo alarmante? Al fin y al cabo, personajes como Hebe o como otros que pululan por el continente, con el delirante Chávez a la cabeza, no son nuevos en el mercado del populismo demagógico. No, lo alarmante es que el día después del brindis de muerte, las Hebes continúen teniendo micrófonos, vida social activa, miles de pesos de ayuda pública y hasta el aval institucional. La izquierda antimoderna, reaccionaria y antisemita que se enamoro de Stalin y de Castro y que ahora esta enamorada de Chávez”.
“Eso es el relativismo ético, ésa es la quiebra de valores que, con angustiosa naturalidad, se puede respirar en la Argentina que avala determinado progresismo. Como dijo el sabio, “habrá que defenderse de una derecha muy diestra, y de una izquierda muy siniestra”. Más allá de la minimización del terrorismo, las víctimas de la dictadura están presentes, devoradas en los agujeros negros del horror, y no parece fácil enterrarlas. Chile y Uruguay encontraron su camino, atribulado, doloroso y valiente, hacia la reconciliación. Argentina prefiere chapotear en un eterno barrizal”.
Etiquetas: antisemitismo, Pilar Rahola
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