El asedio imperial y el desafío bolivariano
Por: Orlando
Ochoa Terán
Fuente: Semanario Quinto Día (Venezuela)
Vía: Soberanía.org
El Gato Ceshire y Alicia |
La lógica indica que este proceso, que
dirige EE UU sin ningún recato, debe tener un plazo corto de acuerdo a la
dinámica y a la aceleración que ha adquirido recientemente el asedio que,
obviamente, tiene como fase preliminar despojar al gobierno bolivariano de
legitimidad.
-¿Quieres decirme, por favor, qué camino debo tomar para
salir de aquí?
-Eso depende adónde quieres ir - respondió el Gato.
-Poco me preocupa dónde ir con tal de llegar a alguna parte-
dijo Alicia.
-Entonces, poco importa el camino que tomes - replicó el
Gato".
Alicia en el País de las Maravillas (Lewis Carroll)
Si el gobierno bolivariano es coherente con sus antecedentes
en política exterior, no debe tener idea de cómo salir del enredo en que se
encuentra. Como Alicia no le preocupa donde ir con tal de llegar a alguna
parte. De modo que lo más probable es que rechace la sentencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos que le ordena habilitar políticamente a
Leopoldo López. Así se lo ha hecho saber la CIDH al Consejo Nacional Electoral
pero ni este ni el Tribunal Supremo de Justicia deciden pese a que estos órganos no deberían tener
otra opción constitucional que la de acatar. Si los antecedentes son un buen
referente pues, el gobierno asumirá este nuevo costo político con repercusiones
internacionales.
¿Consecuencias? Ninguna de inmediato. La incidencia formará
parte del largo proceso que los adversarios de la revolución acumulan desde
hace años. ¿Cuál será el costo que va a pagar el gobierno bolivariano y los
venezolanos por este persistente y temerario desafío? La lógica indica que este
proceso, que dirige EE UU sin ningún recato, debe tener un plazo corto de
acuerdo a la dinámica y a la aceleración que ha adquirido recientemente el
asedio que, obviamente, tiene como fase preliminar despojar al gobierno
bolivariano de legitimidad.
Con una percepción que no se conocía en el campo estratégico
bolivariano voceros calificados de las fuerzas armadas han comenzado a
distanciarse poco a poco del realismo mágico de la invasión y a admitir la
concepción más realista de que una potencia puede intervenir en otro país sin
ocupar su territorio.
El dossier
No es el caso venezolano, pero los intereses privan en la
política exterior de los estados y la bolivariana ha demostrado por todos los
medios que los intereses del presidente Chávez están en conflicto con los de
EEUU. No sabemos si anticipó las respuestas. Si lo hizo pensó que no tendrían
mucha significación.
Lo cierto es el asedio ha ido in crescendo. Es la respuesta a
un principio procesal penal gringo que es enunciado en inglés como “building a
case” o construir un caso, que significa reunir un cúmulo de evidencias “mas
allá de una duda razonable” que conduzca a la validación de un proceso
judicial. Los que conocen estos mecanismos penales saben que ya la esta etapa
de “judicialización” debe estar en marcha.
En ese complejo aparato de la administración pública de EEUU
la decisión contará con los soportes materiales de órganos de inteligencia y
policiales como la DEA, la Oficina Nacional de Inteligencia, DIA, CIA y FBI.
Las comisiones de política exterior y de inteligencia de ambas cámaras que ya
han dejado conocer su opinión, así como del Departamento de Justicia, del
Tesoro y el Departamento de Estado.
Pese a que muchas han sido divulgadas, las verdaderas pruebas
de las agencias de inteligencia son en general clasificadas. Los reportes de
los demás órganos son de sobra conocidos como es el caso de las certificaciones
a gobiernos sobre tráfico de drogas, terrorismo, derechos humanos y tráfico de
humanos que emite anualmente el Departamento de Estado, así como las
designaciones del Departamento del Tesoro. Para completar esta ecuación sólo
falta la acción de los órganos jurisdiccionales.
Quienes crean que este largo proceso de sustanciación y
pruebas es simplemente un juego floral, no conocen la tradición penal
anglosajona. La única escusa que faltaba
para que el torrente probatorio abriera paso a la “judicialización” del
dossier bolivariano era el Departamento de Estado. En la legislación
estadounidense cualquier acción contra un Estado o un agente extranjero deberá
contar con la aquiescencia de la Secretaría de Estado para determinar si conviene su desistimiento
cuando existen razones que afecten a la
seguridad nacional o los intereses de su política exterior.
Cualesquiera que sean los objetivos de este asedio y de este
proceso es una política de Estado y a diferencia de Alicia, saben que camino
quieren tomar y adonde quieren llegar. Historia gringa, pasada y contemporánea.
Etiquetas: DEA
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