Narcoterrorismo: EL PENÚLTIMO MOHICANO
Por: José Luis Peñalva
Fuente: La Voz Digital.com
Los guerrilleros tienen marchamo
de eternidad, aquí en la tierra o en el infierno. O los pasaportan, o los
eligen presidentes a perpetuidad. No hay término medio. Buscan ser narrados. «Un
alma que no ha sido escrita es como si jamás hubiese existido», dice Eloy
Martínez en su 'Santa Evita'.
Recuerdo todas las guerras
modernas de aquellas queridas tierras. Nicaragua, precisamente, El Salvador...
En tiempos de Alatriste, cuando todavía se luchaba por el honor y una idea
romántica de la patria. Los filibusteros eran poetas y ponían su 'kalashnikov'
al servicio de la causa de los pobres. Las revoluciones aún eran cruentas y
desembocaban en largas guerras fratricidas. La rejuvenecedora baba de caracol
no había llegado a los supermercados, pero era el rastro del Che Guevara que
empapelaba nuestras buhardillas de estudiante. Personajes como el nicaragüense
Ortega eran sombras rojas queridas por la gente humilde. Cuando su causa
guerrillera se imponía, el poder engordaba a los líderes revolucionarios, que
se aferraron a él como si siempre hubiese formado parte de su naturaleza
libertaria. Se manifestaron como pequeños déspotas y adquirieron los usos y
costumbres de los sátrapas que combatieron. Dos guerrilleros. Ortega se resiste
y es posible que repita y a 'Alfonso Cano' lo han mandado a la leyenda. Todos
tienen como dios al venezolano Chávez y el mismo diablo, EE UU.
El líder ideológico y militar de
las FARC murió en una operación contra la guerrilla más vieja de Latinoamérica
que lleva el sello de la CIA. El mismo que se cargó al jefe de Al-Qaida en el
norte de África y estuvo a punto de acabar con Gadafi poco antes de que cayera
en las fauces de sus hermanos sarracenos. Con 'Alfonso Cano' se consagra la
técnica. Un espía infiltrado trasmite su posición y es bombardeado el convoy en
el que huye o se desplaza.
Las FARC están de capa caída. Las
tropas colombianas se han beneficiado de la 'inteligencia', tecnología y
entrenamiento de EE UU. El golpe aéreo demuestra cómo se les puede atacar
aunque se escondan en la jungla o lo más intrincado de las montañas. El
paralelismo con ETA que estableció el presidente colombiano parece extraído del
perfecto manual para acabar con el terrorismo. También ETA estaba intervenida,
recibía entrenamiento de las FARC y ayuda de Chávez. También fueron cayendo sus
cabecillas hasta el alto el fuego definitivo.
Un tremendo golpe a las FARC, que
lleva en guerra con el Gobierno desde 1946. 'Alfonso Cano' era el 'número uno'
desde la muerte del jefe militar 'Monojojoy', también en un bombardeo en
septiembre del pasado año. El intelectual se hizo con el mando hace tres años,
después de la muerte de su cofundador, Manuel Marulanda Vélez, alias
'Tirofijo'. El editor del periódico del partido comunista 'Voz' dijo de él que
mientras otros comandantes hablaban de volar puentes, 'Cano' se sentaba a leer
libros. La asociación de las FARC con el narcotráfico y sus criminales
secuestros, como el de Ingrid Betancourt, arrastraron a la organización a su
más profundo desprestigio en décadas. «Contra la fugacidad, la letra. Contra la
muerte, el relato».
Etiquetas: narcoterrorismo
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