¿ETA: Paz o Chantaje? Los secretos de la asamblea final en Venezuela
Por: Daniel Montero
Fuente: Interviú
Gráfica: Arturo Cubillas - Jefe Etarra en Venezuela
Gráfica: Arturo Cubillas - Jefe Etarra en Venezuela
Los jefes terroristas debatieron en una reunión en Venezuela la petición del Gobierno de entregar las armas a cara descubierta en Suiza. A cambio, han exigido que todos sus presos estén libres antes de 2020 y un plan de reinserción y pensiones para ellos de 30 millones de euros anuales. Si el Gobierno que salga del 20-N no les escucha, 35 terroristas amenazan con volver a matar.
Arnaldo
Otegi Una de las exigencias que salieron de la asamblea final de ETA en
Venezuela, celebrada a finales de julio, fue que Arnaldo Otegi, actualmente en
prisión, sea candidato a jefe del Gobierno vasco en las elecciones de 2013.
La
asamblea de jefes de ETA se realizó en un piso franco de la localidad
venezolana de Valencia, en el estado de Carabobo, durante varios días de la
última semana de julio. En la vivienda, ocho miembros de la cúpula de ETA
celebraron la reunión definitiva, el último comité ejecutivo que debía
ratificar el abandono de las armas, tal y como había anunciado la Revista
Interviú quince días antes.
Durante
meses, los distintos aparatos de la banda terrorista habían dado el visto bueno
al fin de la violencia. Los presos, los representantes políticos, el grupo de
financiación… Todos habían dicho sí de forma asamblearia. Incluso los exiliados
con más trayectoria apostaban por dejar las armas. En la rama dura, los
miembros de los comandos operativos eran los más escépticos. Al final, la
decisión de aquellos ocho hombres fue afirmativa. ETA dejaría de matar. Pero nunca sería gratis.
Participando
en los debates sobre el futuro etarra en esa casa de Valencia, los informes de
la inteligencia española conocidos por interviú sitúan a históricos como José
Luis Eciolaza Galán, alias Dienteputo; Juan Cruz Maiztegui, apodado Pastor, y
Antton Troitiño, terrorista fugado tras un permiso penitenciario de la
Audiencia Nacional y que fue el representante o portavoz de los presos.
Según
las mismas fuentes, el ala más radical estaría representada por el etarra
Oroitz Gurruchaga Gogorza, hombre de confianza de David Pla, jefe de los
comandos operativos y que fue quien leyó encapuchado el comunicado de la banda
terrorista del 20 de octubre en el que se anunciaba el cese definitivo “de la
actividad armada”. Oroitz, de 29 años, fue miembro de la directiva de Segi y
hermano de Egoitz Gurruchaga, fallecido en 2002 en el barrio bilbaíno de
Basurto cuando explosionó una bomba con 15 kilos de titadine que transportaba.
Etiquetas: Banda Terrorista ETA, terrorismo
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