Transición a la democracia ¡Pasando aceite!

Por: Santiago J. Guevara García

Fuente: Notitarde.com

No cambio el título del artículo que todavía está en primera plana de www.americaeconomica.com, el diario español en que publico todos los fines de semana. Es que remite a una expresión popular muy venezolana, para denotar que las cosas van mal. Así está el país. 

Cualquier pretensión oficialista de pintar un panorama nacional favorable -en razón de un desbocado gasto populista y una grosera autopromoción- o la errada interpretación opositora de un triunfo seguro es solo -de un lado- un enmascaramiento del desastre, un disimulo de la nefasta intención de profundización totalitaria; o -del otro- el disimulo de una política de cohabitación. 

El régimen seguirá en su camino de abatimiento de toda resistencia interna a su proyecto totalitarista, aunque revestido de legitimidad, en buena medida por la actitud complaciente de la oposición partidista frente al desmantelamiento progresivo de las instituciones democráticas y republicanas y su sustitución por la discrecionalidad caudillista. El "Camino a Cuba" chavista, entreverado ahora con el escenario de "Satélite Chino", es facilitado por la alta renta petrolera y la capacidad de endeudamiento, con sacrificio del futuro y efectos negativos rezagados en la economía nacional y las finanzas familiares. 

La oposición democrática muestra una partición de aguas, aunque en un esquema unitario, entre quienes entienden y practican una aproximación propia de la normalidad política -erróneamente o interesadamente electoralista- y quienes, con matices, reconocen la dramática situación institucional y política, en términos de conflicto severo, aunque inédito, en buena medida, lo cual aconsejaría una mayor politización. Su campaña a las primarias ha permitido ya desplegar las variantes políticas presentes, desde las "cuartorepublicanas", hasta la insurgencia de Arria. 

Mientras tanto, el país ostenta los dudosos primeros lugares mundiales en inflación; inexistencia de condiciones para la producción, la competitividad y las libertades económicas, corrupción; relación con regímenes deplorables; fomento a grupos irregulares; asociación a geopolíticas "iconoclastas" y forajidas; etc. No hay productos básicos en los anaqueles. Y en lo económico se acaba de dar un golpe de gracia a la economía privada, con la aprobación de una Ley de Costos y Precios "Justos"; lo cual, repito, solo es posible por una oposición -lo voy a decir nítidamente- de conducta colaboracionista. 

Las respuestas -en plural- solo comienzan a aflorar en unas pocas posiciones opositoras. Los escenarios y las respuestas correspondientes deben ser rescatados. La contención a la radicalización sinuosa es necesaria. No hay opción frente a ella. La supervivencia de todos es una obligación. Pero obliga a subir de la estrategia a otro nivel, de lo de cada quien a lo de todos. Y la demostración de superioridad social y política es la principal responsabilidad de la oposición en este riesgoso momento, incluso antes del eventual triunfo electoral. Hay que decir "hasta luego" a todo carnaval o marketing electoral. 

Confiemos y ayudemos a que se amplifique la proclama y avance a una transición a la democracia basada en la objetividad y crudeza sobre el presente y la capacidad de acción para el futuro inmediato. Porque, como se los digo, estamos... ¡pasando aceite! 

sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1