IRAN: ¿Hasta cuándo durará el chantaje?

Por: Ricardo Ruiz de la Serna
Fuente: El Imparcial - España

Ejecución Pública de Homosexuales

Mientras Europa concentra todas sus energías en superar la crisis y los Estados Unidos entran en año de elecciones, los ayatollahs desafían a la comunidad internacional. La armada iraní amaga con bloquear el Estrecho de Ormuz y bloquear el suministro de petróleo de modo que el precio suba no por la producción sino por una escasez inducida por la geoestrategia. A la amenaza militar se suman los esfuerzos propagandísticos del régimen. La Revolución Islámica estaría amenazada por enemigos exteriores e interiores que exigen aumentar la represión, los esfuerzos militares y las advertencias de las terribles consecuencias de un ataque contra Irán. Los lanzamientos de misiles, las maniobras con despliegue naval y artillero, los desfiles y las ruedas de prensa de altos funcionarios del régimen tienden a crear la imagen de un país acosado por sus enemigos que sólo busca defenderse.

Sin embargo, el verdadero peligro radica en el creciente poder de este régimen totalitario que ahorca a los homosexuales, lapida a las adúlteras, tortura y encarcela a los opositores y utiliza por igual la guerra y el terrorismo para erigirse en potencia regional. Al fondo, hay una ideología que mezcla la retórica revolucionaria del siglo XX con el fanatismo islamista y la retórica imperialista. La idea de equipararse con las grandes potencias a través del armamento nuclear —cuyo desarrollo ha denunciado el propio Organismo Internacional de la Energía Atónica- mantiene ante nosotros el mismo desafío que lanzaron el III Reich y la Unión Soviética. ¿Hasta dónde están dispuestas a llegar las democracias para detener el avance de esta tiranía?

El Presidente Mahmoud Ahmadineyad ha visitado Nicaragua, Venezuela, Cuba y Ecuador en una gira que busca recabar apoyo diplomático para un régimen que va quedando al descubierto. Tanto Hugo Chávez como Fidel Castro se declaran aliados de Irán, pero Brasil se ha ido distanciando de Teherán y Ecuador —cuyo uranio necesita el régimen islamista- podría hacer lo propio después de la preocupación que los empresarios ecuatorianos han manifestado por la visita del Primer Ministro iraní. Quien se acerca a Ahmadineyad se quema y el interés de las empresas ecuatorianas está más centrado en los Estados Unidos que en los lejanos desiertos de Persia. La afinidad ideológica que ha manifestado Correa podría quedar contrarrestada por el realismo económico.

Quedan pocas semanas —apenas un mes y medio- para que haya elecciones legislativas en Irán y el enfrentamiento entre Ahmadineyad y el Consejo Supremo de la Revolución se recrudece. El proceso electoral es sospechosísimo —ya las pasadas elecciones fueron impugnadas por los opositores- pero las tensiones en el seno de la Revolución son reales. Ahmadineyad trata de fortalecer su posición frente sus propios ciudadanos presentándose como el defensor de la libertad y la soberanía frente al Occidente imperialista.

Así, el pulso entre Irán y la comunidad internacional continúa. Si las sanciones contra Teherán por su falta de cooperación en el control de su programa nuclear se endurecen —y así viene ocurriendo tanto por parte de los Estados Unidos como de la Unión Europea- los ayatollahs recurrirán al chantaje energético y a la amenaza de la violencia terrorista. Si finalmente hay una crisis en el suministro de petróleo por el bloque del Estrecho de Ormuz, los países europeos que más lo sufrirían serían Grecia, Italia y España, que son los principales compradores del crudo iraní. Así, la pregunta que cabe formularse es, ¿hasta cuándo tendrán que soportar las democracias los chantajes de una tiranía?