La doble Moral del gobierno de Venezuela y el Caso Assange

Por: Ricardo Guanipa

Fuente: Imacto CNA

El canciller venezolano Nicolás Maduro, un ciudadano que en su carpeta de vida solo tiene experiencia como conductor de autobuses del Metro de Caracas, y una participación en un fallido golpe de Estado en contra del presidente Carlos Andrés Pérez el 4 de febrero de 1992, rechazó, según él, la “arrogancia” y la “prepotencia” que ha mostrado el gobierno británico en el caso de Julián Assange, aunque su jefe, es decir, Hugo Chávez, tiene grandes cualidades para descalificar e insultar con la suprema facilidad bajo vulgares palabras, pero la actitud de su jefe si es justificada, es parte de un proceso revolucionario que solo ellos conocen su significado en el submundo.

“Todo el rechazo a la arrogancia, a la prepotencia que el Gobierno británico ha tenido en este caso amenazando de manera directa a un gobierno democrático, soberano y anunciando la posible violación del derecho internacional” dijo Maduro en una cita publicada en el portal de la web del canal de noticias de Venezuela, Globovisión.

“Hacemos un llamado a la sensatez y a que se respete el derecho internacional”, indicó el ministro, sin recordar que Venezuela ha irrespetado los acuerdos internacionales para respetar el otorgamiento del asilo político.

Si hay una administración que no tiene moral para hablar de este asunto es precisamente el gobierno de Hugo Chávez; el Vaticano otorgó el 17 de septiembre de 2008, asilo diplomático al politólogo y dirigente estudiantil Nixon Moreno, que se mantenía refugiado en la Nunciatura Apostólica por más de un año, a consecuencia de la persecución policial emprendida por Hugo Chávez, que hasta le llego a poner precio a su cabeza.

Aun así, Chávez irrespeto la decisión del Santo Padre, Benedicto XVI, y por su arrogancia y prepotencia decidió no otorgar el salvoconducto para que Moreno emprendiera su viaje a Roma.

Pero Chávez, decidió planificar la toma por asalto policial la Embajada del Pais del Vaticano, lo que obligó a Nixon escapar de la Nunciatura en la cajuela de un auto para salir de Venezuela rumbo a Perú cruzando parte de la selva amazónica.