Socialismo Monárquico

Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Fuente: Hispanos Report - Miami

"Los reyes quieren ser absolutos; los nobles quieren ser independientes; los pueblos quieren ser felices" Louis Emmanuel Dupaty

El origen divino de los reyes era una creencia de la época medieval. Dios hacia a los reyes en la tierra, por consiguiente los hombres no nacían libres e iguales y tanto la legitimidad de la soberanía como del absolutismo derivaba de la gracia divina. Pero esta teoría fue descartada por John Locke el padre intelectual de la democracia e icono de la Ilustración Europea, quién sostuvo que todos por naturaleza tenemos los mismo derechos e igual status político.

En efecto la Ilustración Europea fue una época de duros e interesantes debates que a la postre produjeron la revolución francesa y el descabezamiento literal de gran parte de su monarquía a manos de Robespierre. Esta historia corta la traemos a colación, porque actualmente derivado del problema del comunismo o socialismo del siglo XXI, el fantasma del absolutismo recorre el mundo, pero no por gracia divina, sino de las manos de nada más y nada menos que de los padres del socialismo Marx, Engels y Lenin.

La voz del pueblo es la voz de Dios!, vociferan los neo reyezuelos. Las masas manipuladas, hambreadas, temerosas y castradas para practicar el libre albedrio, están imposibilitadas para andar los caminos de la libertad. Las políticas populistas y clientelares se han inoculado en el hipotálamo de la muchedumbre, que ha devenido en dependientes del Estado omnipotente. Si el pueblo así lo quiere quien contra el pueblo, quien contra Dios! gritan los adláteres enriquecidos a la sombra del poder. Mientras, los mecanismos siniestros de las oficinas electorales, trabajan en la oscuridad, para que la voluntad de DIOS "nunca se tuerza".

El drama en el socialismo del siglo XXI, es que las masas engañadas creen ejercer el control del poder y que a través del supuesto empoderamiento del pueblo, pueden alcanzar sus sueños con el menor esfuerzo y trabajo posible. La realidad es que la gran mayoría del populacho se contenta con alcanzar niveles mínimos económicos como para poder sobrevivir y se contentan con solamente desempeñar un rol utilitario, que garantice la permanencia de los reyezuelos en el poder, así como de sus sucesores y secuaces con todos sus privilegios y poderes omnímodos.

La multitud, dijo Aristóteles, obedece más a la necesidad que a la razón, y a los castigos más que al honor. Esta es la base fundamental del verdadero pensamiento de los Castro y los cabecillas del Foro de Sao Paulo, para instaurar a perpetuidad esa mezcla rara de totalitarismo y absolutismo que es el socialismo monárquico del siglo XXI.