Los demócratas de Venezuela demandan un recuento de cada papeleta después de que chavistas declararan “victoria pírrica”
Por: Roger Noriega
Fuente: IASW
El candidato chavista, Nicolás Maduro, reclamó una “victoria pírrica” (con solo un 1.5 por ciento) por encima de su oponente demócrata, Henrique Capriles Radonski, en las elecciones de ayer para elegir al sucesor del fallecido caudillo izquierdista, Hugo Chávez. Quien murió de cáncer el 5 de marzo.
El resultado estrechísimo es un golpe devastador para el partido en el poder y podría producir una crisis de gobernabilidad en un país ya devastado por la polarización política, el colapso económico, la escasez de alimentos, cortes de energía y la violencia criminal. Los vecinos de Venezuela – incluyendo a el gobierno de los EE.UU. – pueden promover la democracia y la estabilidad mediante el apoyo de un recuento transparente de las papeletas, que ha sido demandado por Capriles Radonski y sus seguidores. Incluso algunos dentro del movimiento chavista – en particular entre los militares que dudan de la capacidad de Maduro para gestionar esta crisis política-podrían apoyar un recuento de votos en lugar de tener la legitimidad del gobierno permanentemente cuestionada.
“No vamos a reconocer los resultados hasta que cada voto de los venezolanos se cuente”, declaró Capriles Radonski anoche. También dijo que su equipo de campaña cuenta con resultados distintos a los que presento el CNE. Desmintiendo así las declaraciones hechas por Maduro donde dijo que Capriles lo había llamado para sugerir un pacto. Capriles dijo: “Yo no hago pactos con la mentira y la corrupción. Mi pacto es con el pueblo de Venezuela”.
El sistema electrónico de votación de Venezuela produce un conteo automático pero los votantes también depositan su voto en papeletas en una urna. Capriles Radonski al parecer insiste en que estas papeletas se contarán para confirmar la exactitud de la cuenta electrónica.
Con vastos recursos del Estado y el acceso a los medios de comunicación controlados a su disposición, Maduro no logró inspirar a la base de su partido. La maquinaria política oficialista que había producido mayorías amplias para Chávez en las elecciones del pasado fracasaron anoche. Las encuestas de salida preparadas para la campaña de Maduro que mostraron una ventaja para él en la mañana poco a poco se fue evaporando por la tarde cuando los votantes de la oposición acudieron a las urnas. Un resumen de los resultados preparados por la campaña de Maduro, que recibí por parte de una fuente en Venezuela, mostraba 15 por ciento menos votos emitidos en un bastión chavista en comparación con las últimas elecciones de octubre, en las que Chávez se adjudicó la victoria final.
La oposición democrática se ha quejado justificadamente de las ventajas con las que cuenta el partido gobernante y en la forma en que los votos son contados. De hecho, en los últimos 18 meses, el gobierno ha inyectado $28 mil milliones en préstamos chinos en la economía para apuntalar el gasto social. El Consejo Nacional Electoral está controlado en su totalidad por militantes chavistas y el sistema de votación electrónica fue diseñado por una empresa vinculada al gobierno. Líderes de la oposición dicen que el procedimiento de votación se ha organizado para sembrar el miedo sobre el secreto del voto y para apoyar al partido gobernante.
Yo predije el viernes pasado que “el ungido de Chávez no aseguraría una victoria indiscutible sobre su opositor democrático, … y que esta elección detonaría un período de inestabilidad e incertidumbre para el partido en el poder. La crisis de gobernabilidad en ese importante país sudamericano podría ser muy grave y desestabilizador. Como describí en ese artículo:
Venezuela es un país al borde de un colapso socioeconómico. La delincuencia callejera, los apagones y la escasez de alimentos y bienes de consumo afectan la vida de millones de ciudadanos. El gobierno tiene un déficit fiscal peligroso, la gestión sobre los programas sociales es insostenible. Los ingresos del Estado se han reducido drásticamente debido a que la compañía petrolera estatal – llena de chavistas corruptos ha sido saqueada para financiar los proyectos favoritos de Chávez y está produciendo menos petróleo de lo que producía hace 15 años. El régimen ha perdido su legitimidad mientras altos funcionarios tienen vínculos con el narcotráfico y el terrorismo. La intervención descarada de La Habana para administrar la sucesión chavista ha provocado ira entre los nacionalistas que conforman un importante sector de las Fuerzas Armadas. Frente a estos desafíos y sin Chávez al control de la situación, el régimen ha aprovechado todas las ventajas injustas para diseñar una victoria convincente.
La comunidad internacional – en particular Washington – ha decidido no tener ningún enfrentamiento con el régimen chavista y su ex líder Hugo Chávez. No obstante, si se decide no apoyar la democracia en Venezuela podría condenar al pueblo de ese país a una situación sumamente inestable bajo el liderazgo de un régimen ilegitimo.
Etiquetas: Fraude Electoral
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home