Los diamantes venezolanos nutren contrabando regional
POR: FRANK LÓPEZ BALLESTEROS
FUENTE: EL UNIVERSAL
La Comisión del Proceso Kimberly está interesada en visitar Venezuela
En países como Zimbabue, República Centroafricana y Venezuela se siguen explotando, comercializando y exportando diamantes de forma ilegal, lo que pone a estas naciones en riesgo de recibir sanciones por violar normativas internacionales sobre el comercio diamantífero, según Welile Nhlapo, del Proceso Kimberly.
En zonas del estado Bolívar la explotación de diamantes se realiza a plena luz del día. Al final de una jornada mineros habrán extraído alguna piedra, que luego será vendida a un comerciante que la ofrecerá a joyeros de París o Tel Aviv, describe Abelardo Díaz, presidente de la Federación de Cooperativas y Asociaciones Mineras de Oro y Diamantes del estado Bolívar (Fecoamin).
"Lo digo responsablemente, esas explotaciones ilegales se dan con amparo del Estado venezolano, porque ellos son los protectores de nuestras cuencas. Cualquiera que esté allí tiene la venia de funcionarios estatales", reclama Díaz.
Los "diamantes de sangre", extraídos violando derechos humanos básicos y alimentando redes de contrabando también están llevando el sello "extraído in Venezuela", señala.
Desde 2003 el presidente Hugo Chávez comenzó a revocar las concesiones de diamante de empresas extranjeras para hacerse del control total de las minas, pero el fracaso de proyectos estatales dejó en manos de mineros ilegales el negocio.
Con sus omisiones, el Gobierno ha dejado de beneficiarse de un negocio que en 2012 generó $5.555 millones por exportaciones globales, según la secretaría de Industria de Israel.
El Consejo Mundial de Diamantes destaca que para 2009 Venezuela declaró una producción diamantífera de 7.730,37 quilates, a $93.89 cada uno. Otras fuentes estiman que el contrabando obtiene ganancias anuales de $20 millones en un país con reservas estimadas de estas piedras preciosas de 35 millones de quilates.
En los últimos años la mayoría de la producción venezolana llegó por contrabando a Guyana y Brasil, en lugar de ser exportada por canales legítimos bajo regulaciones del Proceso Kimberly (PK), advierte la ONG británica Global Witness.
Este acuerdo, que data de 2003, busca reducir el contrabando global de diamantes y vincula hoy a 44 países.
Venezuela era miembro de PK, pero se retiró voluntariamente en 2008 después de haber sido acusado de ignorar la misión del pacto para regular la producción y comercialización de diamantes.
"La comisión del PK vino y aceptó la mora que pidió el Gobierno por dos años, con lo que técnicamente existe una desertificación", acota Luis Rojas Machado, presidente de la Cámara Minera de Venezuela.
Ultimátum sobre la mesa
La directiva del PK recordó el 6 de mayo que Venezuela se apartó del proceso por "la falta de cumplimiento con los requisitos", aunque su presidente, Welile Nhlapo, dijo que el Gobierno quería volver a éste pero no se ha podido concretar una misión de inspección.
Sin embargo, el PK está considerando la expulsión de Venezuela. Estados Unidos, que presidió en 2012 el grupo, lanzó un ultimátum a Caracas para demostrar el cumplimiento del proceso o perder la membresía total, reportó Time.
Hasta ahora en la comisión permanente de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la Asamblea Nacional se desconoce la inspección que impulsa y quiere el PK.
La exigencia del PK en la que más falla Venezuela es la referida a que sus gemas no provengan del contrabando.
"El diamante ilegal que se está extrayendo en este momento está en la parte de Canaima en la zona de San Salvador de Paúl y en el Caroní Medio. Hay unas seis dragas instaladas allí pero el Gobierno hace caso omiso", denuncia Díaz.
Para acabar todo este problema la solución es una sola, estima Díaz. "Hay que declarar las zonas diamantíferas donde es posible la explotación de diamantes con presencia del Estado, es simple y no imposible".
Etiquetas: kimberley Process
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