CELAC: Incluyente o excluyente?

Por: Felipe Trigos

Fuente: IASW

Esta semana, los jefes de Estado de treinta y tres países se reunieron en La Habana, Cuba para la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Esta organización, a diferencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), excluye a Estados Unidos y Canadá en lo que se supone es un esfuerzo regional para: promover la igualdad, la pluralidad y la diversidad.

La Habana se preparó para que los visitantes a la cumbre pudieran percibir una visión de “la Cuba real ” y la llamada apertura del régimen de Raúl Castro. La realidad sigue siendo sombría para la mayoría de los cubanos que viven bajo el régimen autoritario de los hermanos Castro. Yoani Sánchez, connotada disidente Cubana, expreso que “No puede ser que invitados a #CumbreCELAC se muestren indiferentes y “desinformados” ante arrestos y amenazas de la #OperacionLimpieza”. La representante permanente de los Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, también hizo mención de esta incongruencia en su cuenta de Twitter al mencionar “Nuestro mensaje a los líderes mundiales que visitan [Cuba]: Reúnanse con cubanos de verdad y con la sociedad civil independiente para aprender lo que realmente está pasando [en la isla] y apoyar el cambio democrático.

La mayoría de los jefes de Estado que asistieron a la cumbre decidieron ignorar a los disidentes en Cuba. Si estos líderes trataran de cumplir la misión de su organización, deberían reevaluar por qué los Estados Unidos y Canadá fueron excluidos de la organización.

La exclusión de los Estados Unidos y Canadá de esta organización es puramente ideológica y nada tiene que ver con una agenda de cooperación regional promovida por los países de América Latina que buscan “el respeto irrestricto del Estado de Derecho, el respeto a la soberanía y la integridad territorial, la defensa de la democracia, la voluntad soberana de los pueblos, la justicia social, el respeto a los Derechos Humanos y las libertades fundamentales,” como se afirma en la Declaración Especial sobre la Defensa de la Democracia y el Orden Constitucional de la CELAC, firmada en Caracas el 3 de diciembre del 2011 .

Estados Unidos y Canadá representan el tipo de países que se necesitan para lograr estos objetivos, dada su estabilidad política y su historia democrática.

Cuba , Venezuela , Nicaragua , Bolivia , Ecuador y Argentina , han sido enemigos de los valores promovidos y suscritos en la declaración antes mencionada. Estos regímenes han evitado adoptar el pluralismo, la prosperidad, la libertad y políticas económicas ortodoxas. Sus acciones tienen algo en común: un odio hacia los Estados Unidos y los valores que representa.

El conglomerado formado por estos seis países es una fachada ideológica que utiliza la retórica contra EE.UU. para consolidar sus gobiernos autoritarios. Los otros veintisiete países deben fortalecer su rol en la CELAC y preguntarse si una organización que se supone debe promover la democracia y la libertad debe ser presidida y orientada por países como estos. Luchar contra la corrupción, los abusos de derechos humanos y el aislamiento sin EE.UU. y Canadá en una región con la integración económica como la nuestra es absurdo.

La falta de liderazgo en la OEA, ha creado un vacío un la cooperación regional que ha fomentado la creación de organizaciones como la CELAC. La solución para este vacío en la imagen de la CELAC carece de pragmatismo cuando se excluye a la primera y la tercera economía más poderosas de la región y dos de las naciones más democráticas y transparentes de nuestro hemisferio.

CELAC pretende servir como una oportunidad para que los jefes de estado regionales se reúnan y discutan temas que afectan a la región. Pero de que sirve hablar de estos temas sin la participación de dos países que son fundamentales para impulsar esta agenda. Nuestro hemisferio requiere un esfuerzo verdadero hacia la integración que promueva la democracia como pilar para la prosperidad y el respeto al el imperio de la ley como la piedra angular de nuestros valores. Sin los EE.UU. y Canadá estos objetivos son inalcanzables a nivel regional y sólo sirven a una agenda ideológica que pertenece en los tiempos de la Guerra Fría.

Países como Brasil , México , Colombia , Perú y Chile, se han consolidado como democracias y economías fuertes . Su papel en el hemisferio es fundamental para abolir el autoritarismo , los abusos , la corrupción y la criminalidad. Los EE.UU., Canadá, estos países y toda la región deben trabajar juntos para lograr estos intereses comunes.

Felipe Trigos es un analista para la firma Visión Américas en Washington, D.C.