INFIERNO: De Cumaná Pa´Margarita

PESCAO SALAO

Por: Javier Vivas Santana

Fuente: Reporte Confidencial

Gràfica: Wilmer Solet Rojas, asesinado en Sambil Margarita

Al parecer los margariteños, navegaos y turistas tendremos que buscar mucha agua para pasar las espinas que significan que nos envíen a Nueva Esparta todos los presos de la cárcel de Cumaná. ¿La ideóloga de semejante idea? Supongo la flamante ministra Iris Varela. ¿Y qué dice el Gobernador Mata Figueroa de tan repudiable decisión? Ustedes que son tan “consecuentes” con la participación del PUEBLO, ¿A quién(es) consultaron? El zascandil presidente del Consejo Legislativo Estadal, ¿por qué no se pronuncia? ¿Por qué César González “El Culí” y el grupo de “legisladores” que allí “laboran” tan arduamente por Margarita y Coche no propusieron un referendo para ver si estábamos dispuestos a recibir asesinos y delincuentes? ¿Cuál piensan ustedes que hubiese sido el resultado? El mal está hecho. Todo lo hicieron como los propios malandros, quienes atacan cuando menos lo imaginamos. Lo que no me resigno es que permanezcamos inertes ante tal medida, y no promovamos algún tipo de protesta al respecto.

Sobre la inseguridad, dije en mi cuenta en twitter que eran infelices las declaraciones del Ministro Rodríguez Torres al señalar que en “año y medio” Margarita sería un territorio “libre” de inseguridad. Para mí, vino a leer el “Acta de Impunidad” a los delincuentes por ese período de tiempo, y el resultado de asesinatos sigue incrementándose en el estado. En todo caso ¿Es trayendo más delincuentes a la isla cómo pretenden limpiarnos de la “inseguridad”? ¿O será que para ello, la primera fase del proyecto está en llenarnos de escoria social y Margarita ha sido “elegida” como muestra de laboratorio?

En lo sucesivo, tanto la Ministra Iris Varela como el Gobernador Carlos Mata Figueroa serán los responsables de lo que se avecina para Nueva Esparta en materia de asesinatos y delincuencia. Pareciera que la primera no fue parlamentaria y el segundo Ministro de la Defensa. ¿Son ingenuos para pensar que las bandas que controlaban desde adentro la cárcel de Cumaná no se vendrán para Nueva Esparta a cometer sus fechorías? ¡Zangamangas!

Para colmo, el reciente asesinato de un ciudadano en una sucursal bancaria del Centro Comercial Sambil, aquí en Margarita, abre nuevamente el tema del debate sobre la mentalidad de los asesinos. Sobre ello, al parecer no se estudian las razones de fondo del por qué ocurre la degradación del acto humano al matar a otro.

En tal sentido, quien asesina tiene dos condiciones. Una circunstancial en defensa propia, o una subvaloración por la vida. La primera estaría justificada por los atenuantes que resultarían de un hecho en donde quien asesina lo hace porque la suya habría sido amenazada por el asesinado. El presunto inicial asesino termina convirtiéndose en asesinado. Ahora bien, en el segundo caso el origen responde sobre la integración de tres factores: biológicos, sociales y culturales.

Los factores biológicos son una serie de aspectos vinculados con la cognición del asesino. Éste sabe lo que hace, más allá de las causas que lo llevan a la ejecución de matar a cualquier ser humano, (incluyendo a animales) sin causa justificada. Lo biológico estaría dado por necesidad de satisfacer sus “razonamientos” de justicia. Por eso, una de las grandes fallas de la educación ha sido la desaparición de la ontología y la filosofía del estudio de cualquier nivel de preparación académica, especialmente en básica y bachillerato, porque en la formación del niño y adolescente están las fortalezas del pensamiento en el adulto. Si “educamos” olvidando la concepción del ser como fundamental en su Derecho a la Vida, el presunto asesino ante sus “necesidades” sociales o culturales no discriminará en el momento de efectuar su “ajusticiamiento”. No hay que obviar, que los asesinatos también ocurren por alteraciones biológicas originadas en el consumo de drogas o alcohol.

Tampoco podemos olvidar que el pensar se puede alterar en su condición biológica (equilibrio del razonamiento entre el bien y el mal) cuando los mensajes sociales, provenientes de líderes políticos, medios de comunicación o necesidades “artificiales” de aceptación o rechazo por parte de esos propios grupos, (incluyendo individualidades) presionan a los seres humanos a ejecutar asesinatos. Aún recuerdo aquel brutal asesinato de los 90 del siglo pasado, que realizó una joven de 18 años de clase media-alta, cuando al verse descubierta por su padre por robarle 20 mil bolívares para la compra de un gato, terminó asesinando al vendedor de tal animalito porque no pudo devolverle el dinero. O ver la respuesta de grupos cuando “linchan” a potenciales delincuentes de sus espacios geográficos, apenas tienen una oportunidad clara de hacerlo, ello como consecuencia de sistemas inoperantes de justicia. En ambos casos, lo social y lo biológico se asocian en una perspectiva de resolver sus “problemas”, en el caso de la joven, miedo al padre, en el caso de los grupos, la venganza; pero en el caso de los asesinos a mansalva, además de sus “ajusticiamientos”, actúan por convencionalismos de poder o respeto entre sus grupos (bandas y “colectivos”)

Lo cultural se concibe por lo que envuelve un país. Si dicha cultura no acerca las ideas, sino que las destruye, la fragmentación social crea una seudo-cultura. La cultura del poder, del billete fácil, del sexo irresponsable, eso hace abandonar la educación como fuente primordial del ser. Hay que voltear hacia otra educación para rescatar a los adolescentes y jóvenes. Lo contrario, es seguir permitiendo el origen de mentes asesinas.

En síntesis, mientras no se comprenda el tipo de sociedad que tenemos, y el hecho de querer convertir a la isla de ”Margarita” en la isla del “Infierno”, quienes vivimos y vienen a vacacionar a Nueva Esparta nos queda buscar bastante agua (…) apenas comenzamos a atragantarnos de espinas y quemarnos en el medio de la lava (…)