Hezbolá en las calles de Caracas?

Por: Roger Noriega

Fuente: IASW

Un hombre a quien el Departamento del Tesoro de EE.UU. ha designado como un operativo de la organización terrorista Hezbolá, aparentemente se ha trasladado de Siria a Venezuela en los últimos días en apoyo a la violenta represión del gobierno Venezolano contra los manifestantes estudiantiles . Ghazi Atef Nassereddine fue sancionado por el gobierno de los EE.UU. en 2008 por proporcionar apoyo logístico y financiero a Hezbolá.

Fuentes y documentos corroboran el papel de Nassereddine como representante de Hezbolá ante el régimen venezolano y como un colaborador cercano del presidente Nicolás Maduro. En los últimos años, se ha hecho pasar como un diplomático asignado a la embajada de Venezuela en Damasco, donde ha utilizado su posición para facilitar viajes y visas para muchas personas procedentes de Oriente Medio a Venezuela. Desde ese puesto, tuvo un acceso extraordinario a altos funcionarios de seguridad sirios que han hecho la guerra a los opositores del régimen de Assad.

Dos testigos también me han comentado que Nassereddine fue clave para obtener la aprobación de Maduro en el establecimiento de esquemas de lavado de dinero de Hezbolá a través de entidades venezolanas. Un plan implicaba la transferencia de petróleo sirio a través de una refinería operada por Venezuela en el Caribe para evadir sanciones internacionales. Estos convenios han otorgado enormes beneficios para los representantes corruptos del régimen de Maduro y Hezbolá.

Como parte de la agenda radical anti-Estados Unidos de Hugo Chávez, el régimen venezolano ha promovido e incluso financiado la presencia y las actividades de Irán y Hezbolá en el Hemisferio Occidental . Ahora el régimen está recurriendo a estos aliados ya que se enfrenta a una crisis alimentada por una virtual quiebra, una inflación alarmante, altos niveles de delincuencia, escasez generalizada de alimentos y medicinas, y recientemente, manifestaciones estudiantiles contra el régimen de Maduro en las principales ciudades del país.

Un operativo muy peligroso que ha respondido a esta llamada es Ghazi Nassereddine, quien nació en 1971 en la ciudad libanesa de Bint Jbeil , que los israelíes consideran como, ” La capital de Hezbollah.” Los padres de Ghazi emigraron a Venezuela, lugar donde adquirió la ciudadanía poco después de que Chávez asumiera el poder. Como dije en mi testimonio ante el Subcomité de Inteligencia y Lucha contra el Terrorismo en julio de 2011, ” [ Ghazi Nassereddine] , junto con al menos dos de sus hermanos, gestiona una red que recauda, lava dinero, recluta y capacita a operadores para expandir la influencia de Hezbolá en Venezuela y en toda América Latina.” Su hermano Oday , es un activista en los llamados “Círculos bolivarianos”, uno de los grupos que ha recibido entrenamiento paramilitar para defender al chavismo.

Ghazi Nassereddine parece haber regresado a Venezuela para ayudar al régimen en su lucha por mantener el poder y silenciar a los manifestantes que se oponen al régimen criminal de Nicolás Maduro. El 19 de febrero Ghazi envió un tweet desde Caracas donde expresa que “apoya las medidas adoptadas por el gobierno [ en contra de la oposición ]” y donde cataloga las acciones del gobierno como “pacientes y humanistas.”

El regreso de Nassereddine a Venezuela muestra que el régimen sabe que está en una lucha por su supervivencia y preparado para usar la violencia. Paramilitares ya han sido grabados golpeando y disparando indiscriminadamente contra la multitud de manifestantes estudiantiles. Es notable que un operativo de Hezbolá de la prominencia de Nassereddine sea parte de esa campaña represiva.

En los últimos años, varios políticos y expertos en temas de la región han documentado la presencia de Hezbolá en el Hemisferio – aunque el Departamento de Estado continúa minimizando la amenaza. Que Hezbolá pueda estar entre los que cometen actos de terror y violencia contra los manifestantes venezolanos sería una demostración dramática de la capacidad operativa de ese grupo en las Américas.

El Departamento de Estado supuestamente está “considerando” las medidas a adoptar en respuesta a los actos de violencia y la expulsión esta semana de tres diplomáticos estadounidenses de Caracas. Más allá de la decisión diplomática que se tome, las agencias de seguridad nacional de Estados Unidos deben dirigir recursos adicionales para verificar y contrarrestar la participación de terroristas de Hezbolá que cometen actos de violencia en las calles de Venezuela.