Venezuela: Como regresar del precipicio?
POR: ROGER NORIEGA
FUENTE: IASW
Así como los advenedizos estudiantes universitarios venezolanos se adelantaron al establecimiento de la oposición hace un mes al lanzar protestas callejeras contra la delincuencia y la escasez de alimentos, es posible que ahora se les podría unir un grupo de chavistas independientes a medio camino para salvar a su país.
Estos grupos no están de acuerdo en muchas cosas, pero los estudiantes rebeldes y los leales seguidores del fallecido Hugo Chávez – muchos de los cuales pertenecen a las fuerzas militares – deben compartir un profundo disgusto por el camino destructivo elegido por Nicolás Maduro y sus contactos cubanos. Puede que no compartan muchas cosas en común, pero para un país polarizado y al borde de la guerra civil y la crisis económica, tendrá que bastar.
¿Quiénes son estos nuevos protagonistas? El movimiento estudiantil universitario es el sector al que mas le temían los asesores de Chávez, ya que la juventud idealista no responde a los mismos estímulos o amenazas que los políticos hastiados. Durante años, los estudiantes han sido retenidos por los políticos que han estado satisfechos con participar en procesos electorales en los que el régimen nunca les permitiría ganar.
Después de la muerte de Chávez en marzo de 2013, su sucesor elegido, Nicolás Maduro, emprendió una irrisoria campaña para la presidencia. A pesar de su ventaja profundamente injusta, muchos creen que Maduro le tuvo que robar la elección a Henrique Capriles Radonski. En lugar de defender el voto, Capriles y sus consejeros mundanos no lograron montar un desafío serio en el país o en el extranjero. Por lo tanto, los estudiantes se vieron obligados a ver como Maduro consolidaba su dudosa victoria y el control sobre su futuro.
En el extremo opuesto del espectro político – dentro de las filas del chavismo – muchos consideraban a Maduro como una mala elección para suceder al carismático Chávez. De hecho, Maduro parecía ajustarse a los diseños egoístas de los hermanos Castro, que lo veían como la mejor garantía para asegurar la continuación de los seis mil millones de dólares en petróleo gratuito requeridos para salvar a su régimen en bancarrota. Fidel Castro fue el asesor de mayor confianza de Chávez, pero el mandatario venezolano tuvo la fuerza y la inteligencia para tomar sus propias decisiones. Eso cambió cuando Chávez murió de cáncer bajo tratamiento médico cubano, y Maduro fue puesto en el poder.
Un confidente de Chávez me dijo hace seis meses, “Este no es un gobierno chavista en Caracas , es un gobierno cubano”. Durante años, los chavistas nacionalistas han tenido que apretar los dientes ya que miles de cubanos asumieron nuevas funciones en su gobierno, sobre todo en el aparato de seguridad interna que espía a los venezolanos y que ha purgado a las fuerzas militares de oficiales “desleales”. Bajo Maduro, la pesada mano de La Habana se ha vuelto más visible ..
Desde que Chávez comenzó a implementar su agenda autoritaria hace 15 años, sus enemigos conservadores han advertido que Venezuela se convertiría en “otra Cuba”. En los últimos meses, con las líneas de racionamiento que se han formado en todo el país, los chavistas han comenzado a experimentar la experiencia cubana. El hecho de que La Habana este haciendo un micro-manejo del colapso, al mismo tiempo que desvía miles de millones de dólares en petróleo es tan repugnante para los chavistas leales como lo es para los patrióticos estudiantes universitarios.
Las pandillas violentas de militantes armados, apoyadas por unidades de la Guardia Nacional, han servido como tropas de choque de Maduro contra los manifestantes. Cerca de 30 personas han muerto en estos enfrentamientos, incluyendo alrededor de 25 manifestantes antigubernamentales y transeúntes. El hecho de que dos oficiales del ejército están entre los muertos ha llevado a muchos profesionales en las fuerzas armadas a contemplar las terribles consecuencias de la escalada de violencia en nombre de un régimen “cubano”. Fuentes dentro de los militares dicen que un número de oficiales ya se han negado a desplegar sus unidades del ejército para las tareas de control de masas.
El agarre de Maduro en el poder se debilita aún más por la desesperada situación financiera del régimen. Según una fuente del Banco Central, su gobierno no tiene el dinero para llenar los estantes vacíos, y mucho menos para desplegar a las pandillas callejeras y las fuerzas de seguridad por tiempo indefinido. Con el empeoramiento de la escasez de bienes básicos y los defectuosos servicios públicos, se espera que el descontento se extienda a los barrios más pobres que solían ser bastiones chavistas. Maduro no puede salir de esta situación a través de la violencia, sobre todo cuando el único apoyo con el que puede contar proviene de La Habana.
Los venezolanos de todo el espectro político, que han mirado al abismo durante los últimos 30 días, pueden encontrar terreno común con sólo retroceder de la orilla del acantilado. Los chavistas quieren salvar a su movimiento del liderazgo incompetente y la injerencia extranjera al mismo tiempo que buscan proteger su base social. Los manifestantes estudiantiles quieren hacer retroceder las intrusiones autoritarias y la mala gestión económica que amenaza su futuro. Estos objetivos fundamentales están lejos de ser mutuamente excluyentes para los venezolanos de buena voluntad que buscan rescatar a su país.
El autor es un investigador visitante en el American Enterprise Institute y fue un alto funcionario del Departamento de Estado. Su empresa Visión Américas representa a clientes estadounidenses y extranjeros.
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