Durmiendo con el enemigo
Por: Lorenzo García Tamayo
El país se encuentra inmerso en la peor de sus crisis. De naturaleza política, social y/o económica esta es la peor de todas, en los últimos ochentas años. Nunca antes los venezolanos vivimos etapas tan aciagas como las de hoy.
Mientras esto ocurre, la MUD y el Gobierno se preparan para enterrar definitivamente a Leopoldo López y a cualquier otro opositor que, como María Corina o Diego Arria, osen hacer tienda aparte del colaboracionismo. Serán liquidados como liquidaron a Ceballos y a Scarano, presos del olvido, mientras sus esposas sometidas por Maduro, compartirán las cuotas de poder y contratos municipales con enchufados de la MUD en esas alcaldías, refrendando la legitimidad del CNE y preparándose desde ahora para llamar a elecciones a fines del año venidero.
Se cohonestaron con el Gobierno, tildándolos de terroristas para criminalizarlos bajo el mismo y reiterado libreto de vejámenes inconstitucionales, descalificando a quienes dentro de la Sociedad Civil teniendo genuina representación del lado opositor, fueron perseguidos, torturados, encarcelados y vilmente asesinados ante la mirada cómplice de los colaboracionistas (MUD).
La MUD ejerce una menguada representación política de la oposición. Ya no es un secreto la decadencia innegable de la clase política. Y tampoco es nueva su decrepitud. La MUD no representa el sentir de la mayoría opositora que perdió hace ya varios años, no solo la credibilidad en ellos, sino el respeto por su obstinado empeño en no querer rectificar.
Es duro tener que escribirlo, pero no hay otra, el enemigo no es tan solo el Gobierno criminal, sino quienes se sentaron con ellos para apuntalarlo, a cambio de prebendas personales y privilegios de grupo, dándole la espalda al País que se está cayendo a pedazos. Es a ellos a quienes hay que pasarles factura por traidores, vendidos y corruptos. El monto de la factura lo dejo al libre albedrío.
Etiquetas: colaboracionismo, Lorenzo García Tamayo
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