Gene Sharp: Los Peligros de la Negociación

El libro del politólogo Gene Sharp, De la dictadura a la democracia, es muy conocido y está publicado en muchos idiomas, incluido el español, y conseguirlo en la red no es muy difícil.

Enviamos, a los interesados, un fragmento de un capítulo del libro cuyo título es “Los peligros de la negociación”

Luis Montes

“Confrontados con los graves problemas de una dictadura, ciertos pueblos asumen una conducta de sumisión pasiva. En otros casos no ven ninguna posibilidad de establecer la democracia, por lo que concluyen que se debe llegar a acuerdos con esa dictadura aparentemente indestructible, esperando que gracias a la ‘conciliación’, al ‘compromiso’ a las ‘negociaciones’, será posible salvar algunos elementos positivos y poner fin a las brutalidades. En apariencia y a falta de alternativas realistas esta opción seduce mucho.

Una lucha seria contra una dictadura brutal no es una perspectiva agradable. ¿Por qué asumirla? ¿No podríamos ser razonables y hallar los medios de discutir, de negociar soluciones, para suprimir gradualmente la dictadura? ¿Los demócratas no podrían hacer un llamado al humanismo de los dictadores, convencerlos para que reduzcan poco a poco su dominación, y tal vez, a la larga, abrir el camino para el establecimiento de la democracia?

Se señala, que tal vez, la verdad no esté únicamente de un solo lado…Se podría así proponer a los dictadores soluciones ‘ganar-ganar’ con las cuales todo el mundo se beneficiaría. Los riesgos y sufrimientos de futuros combates se evitarían si la oposición democrática se sintiera satisfecha con aplacar el conflicto por medio de las negociaciones (que podrían ser llevadas con la asistencia de personas competentes o de otro gobierno) ¿No sería esto preferible a una lucha difícil, incluso si ella es no violenta más que militar?

La negociación es muy útil en la resolución de ciertos tipos de problemas y no debe ser ni despreciada ni rechazada cuando es apropiada. En ciertas situaciones que no remiten a asuntos fundamentales, y sobre los cuales un compromiso es aceptable, la negociación puede ser un medio apropiado para resolver los conflictos. Una huelga obrera destinada a un aumento salarial, es un buen ejemplo de un conflicto que puede ser conducido con una negociación: se encuentra un punto de acuerdo entre las partes. Pero los conflictos sociales que implican a sindicatos reconocidos son bien diferentes de los que implican la existencia misma de una dictadura cruel o el restablecimiento de la liberad política.

Esto no significa que la negociación no deba jamás ser utilizada, sino más bien que ella no es un medio realista para salir de una dictadura cuando una fuerte oposición democrática es derrotada…

Una oferta de ‘paz’ negociada dirigida por una dictadura a su oposición es muy seguro que no esté desprovista de segundas intenciones. Los dictadores pueden, ellos mismos, poner fin a la guerra desatada contra su propio pueblo. Pueden, por su propia iniciativa, respetar sin mancillar los derechos y la dignidad humana, liberar los prisioneros políticos, cesar la tortura, detener la operaciones militares, renunciar y presentar las excusas al pueblo.

Cuando la dictadura es fuerte, pero existe una resistencia creciente, el dictador desea negociar para someter a la oposición con el pretexto de ‘hacer la paz’. El llamado a la negociación puede seducir, pero es inmensamente posible que oculte graves peligros.”

Gene Sharp, De la dictature á la démocratie. Un cadre conceptuel pour la libération, L’Harmattan, pp. 31-33