La pista que siguió EE UU para destapar el blanqueo en Andorra
Fuente: Diario de Navarra
La agencia de EE UU que destapó la trama mira ahora a pequeñas firmas tras meter en cintura a la gran banca
"Cuando una pequeña institución bancaria abre sus puertas al mundo, asume riesgos mayores de los que puede manejar y pone los beneficios por delante del control de lavado de dinero; los malos actores estarán listos para aprovecharse de ello", advirtió en noviembre pasado Jennifer Shasky Calvery, la directora de la Red de Supervisión de Crímenes Financieros (FinCen, por sus siglas en inglés), que es el brazo legal del Departamento norteamericano del Tesoro para castigar los crímenes financieros y el impulsor de la actuación contra la Banca Privada D'Andorra -acusada de blanquear capital de las mafias rusa y china, así como de Venezuela y México-, y su filial española, el Banco Madrid, ahora abocado a la liquidación tras su intervención por las entidades reguladoras.
A Calvery le gusta mandar señales con sus acciones. Hacer que sirvan de escarnio público y desalienten a otras entidades a saltarse las estrictas fórmulas de control que su agencia ha instaurado. Cuando dijo esto, acababa de imponer una multa de 300.000 dólares a una caja de ahorros de Florida con apenas cinco empleados, a la que acusó de haber echo la vista gorda y no ejercer los controles debidos para investigar la identidad de los clientes que le reportaban el 90% de sus ingresos a través de una tercera entidad con la que actuaba de corresponsal.
A pesar de que la institución no presentó un informe de lo que a todas luces era sospechoso, al FinCen no le pasó desapercibido. "¿Por qué operaciones de negocios de todo el mundo elegirían una pequeña caja de ahorros de Florida para cerrar 2.000 millones de dólares en operaciones?", se preguntó Calvery.
En aquel caso, al tratarse de una entidad estadounidense, el FinCen descargó implacable su peso con una multa de 300.000 dólares, que si bien resultó insignificante en comparación a los mil millones que la firma ingresó en 2013, puso en alerta a todas las cajas. Nadie es demasiado pequeño para escapar de su control. De hecho, los expertos en lavado de dinero advierten que ese tipo de operaciones se trasladan cada vez más a bancos pequeños, a medida que las grandes instituciones eliminan franjas enteras de clientes para evitar riesgos. Y precisamente las intervenciones del FinCen valoran el impacto que vaya a tener en los mercados, por lo que son más probables cuanto menos bancos estadounidenses afecte.
En el caso de la Banca Privada D'Andorra, las posibilidades de intervenir del FinCen eran limitadas, porque su ámbito para imponer multas se reduce a las compañías estadounidenses. Por eso su punto de mira fueron las cuatro entidades que tienen cuentas corresponsales con el BPA, a las que dio noticias de la propuesta para impedirles seguir manteniendo operaciones con el banco andorrano. La publicación de esa "preocupación", que vertía serias acusaciones de corrupción sobre BPA sin aportar pruebas que pudieran sostenerse en un tribunal, desató de inmediato una acción en cadena que se hizo sentir no sólo en la cúpula del banco del Principado y en su 'marca' española del Banco Madrid, sino sobre toda la banca andorrana y sus filiales españolas, contagiadas por la fuga de capitales.
El impacto puso de manifiesto que el poder del FinCen va mucho más allá de su capacidad legal e incluso de sus acciones, ya que en el caso de la BPA no hubo ninguna. A Matt Orso, un abogado financiero de la firma McGuirre Woods, que se especializa en defender a sus clientes de acusaciones de crímenes financieros como los que persigue la Red de Supervisión, le sorprendió que el Departamento del Tesoro estadounidense hubiera extendido sus tentáculos fuera de sus fronteras.
Desde que en septiembre de 2012 Calvery tomase el mando de la agencia de apenas 300 empleados, ha diversificado sus acciones a asuntos tan variados como el comercio de la marihuana, el empleo de dinero en efectivo en los casinos y los pagos en la criptodivisa bitcoin. En estos dos años y medio, se ha enfocado en educar a las instituciones bancarias y a sus empleados sobre cómo cumplir con las regulaciones de lavado de dinero, así como en aumentar la cooperación internacional.
LA SOMBRA DEL 11-S
La agencia, hasta el 11-S apenas una oficina dentro del Departamento del Tesoro, se vio fortalecida tras conocerse que los secuestradores movieron entre 400.000 y 500.000 dólares para financiar los atentados a través de bancos estadounidenses. Con la Ley Patria se convirtió en una agencia propia; sigue bajo el ala del Departamento del Tesoro, pero tiene sus propia sede y presupuesto.
El FinCen es opaco a la hora de compartir cómo llega a sus conclusiones. En el caso del BPA apunta a las operaciones que hacían los cuatro bancos estadounidenses -HSBC, Citigroup, Bank of Ameria Corp y Bank of America- que entre 2009 y 2014 le facilitaron operaciones en EE UU por "cientos de millones de dólares", dice la investigación. "Esas transacciones contenían numerosos indicadores de tipologías de lavado de dinero de alto riesgo, incluyendo la actividad generalizada, transmisores de dinero sin licencia y otros clientes de alto riesgo". Pese a ello, el abogado financiero que sigue de cerca sus actividades duda que de esas operaciones se desprendiera información suficiente sobre qué se cocía en Andorra: "Más bien creo que tenía una fuente en el extranjero, pero no tengo información para probarlo".
Calvary ha estrechado los lazos de su agencia participando en reuniones de todo el mundo e incentivando a los países a crear cuerpos homólogos, a los que animaba a incorporarse al Grupo Egmont de Unidades de Inteligencia Financiera, al que también pertenece la Unitat de Prevencio del Blanqueig de Andorra, para facilitar el intercambio de información entre las agencias de 146 países. A través de este grupo el FinCen recibió el año pasado 1.300 peticiones de información de sus colegas extranjeros relacionadas con el blanqueo de dinero y presentó 700 solicitudes, a menudo en nombre de otras agencias gubernamentales de EE UU como el FBI.
Su base de datos fue compartida solo en la primera mitad del 2014, cuando 350 agencias estadounidenses la utilizaron en más de un millón de investigaciones. Con su ayuda se ha sacado los colores -y el dinero- a gigantes de la banca internacional como el británico HSBC o el francés BNP Paribas , a los que se investigó por blanqueo y violación de sanciones con Irán, Libia y Cuba.
Como las actividades ilícitas de la entidad andorrana encubrían a individuos de Venezuela y Rusia, sancionado recientemente por el gobierno estadounidense, no es difícil pensar que eso la pusiera en la mira del Fincen. Orso, sin embargo, prefiere creer que los delitos de tráfico humano eran tan graves la política no tuvo nada que ver.
Etiquetas: Banca Privada Andorra, Bitcoin, lavado de dinero, Mafia Casinera
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home