Alerta: Irán refuerza su apuesta en Latinoamérica

Fuente: Radio Jai

La penetración del islamismo radical shiíta en Latinoamérica es uno de los medios que instrumenta el régimen de Teherán en función de sus objetivos geopolíticos a nivel internacional. Para ello, nada mejor que reafirmar sus alianzas estratégicas con los regímenes populistas de la región, encabezados por el gobierno bolivariano de Venezuela.

Ya en épocas de Hugo Chávez Frías, el gobierno iraní de Mahmud Ahmadinejad inició las actividades para hacer de Venezuela una verdadera “cabeza de playa”, para la expansión de su ideario revolucionario shiÍta, desde programas de financiamiento de viviendas populares, la enseñanza del farsi en las universidades públicas, las campañas de islamización de las tribus Guajiros y Wayuu, el apoyo a la creación del Movimiento Islámico Revolucionario de Venezuela con participación del Hezbollah y del Partido Político Militar Islámico para América Latina, el reclutamiento de jóvenes venezolanos de ascendencia musulmana para ser entrenados en el Valle del Beeka, Líbano, en especial en combate de guerras asimétricas, y el establecimiento de campos de entrenamiento y reunión de elementos operativos del Hezbollah en Venezuela.

Pues bien, ahora, más allá de las prolongadas negociaciones entre Irán y el Grupo 5+1, en relación al proyecto nuclear iraní, no descuida la apuesta latinoamericana, y según ha trascendido, en la península de Paraguaná, Venezuela, geográficamente en la margen oriental del Golfo de Venezuela, donde se hallan las refinerías de Amuay y Cardón, y el aeropuerto Josefa Camejo, se estaría construyendo una base de misiles de rango medio, como los Shahab 3 con un alcance de 1.200 km. y una versión mejorada de estos, con un alcance superior, aproximadamente 1.900 km., y con la posibilidad a un futuro cercano de los Ghad 110 – en desarrollo- con un rango de 2.500 km., a cargo del área militar, se encontraría Amir al Hashisadeh, comandante de la Fuerza Aérea iraní, y paralelamente se proyecta la construcción de drones M-2, que estarían a cargo de Ramin Keshavarz, ingeniero de la Guardia Revolucionaria iraní.

Finalmente, la fachada de estas actividades sería la empresa iraní “Iranian Offshore Engineening & Construction Co. –IOEC” -, y de confirmarse la información, ratificaría el objetivo de Teherán de conformar un bloque de presión y de confrontación regional sobre los Estados Unidos.