El paraíso fiscal de Granadinas también financió los 425.000 € que cobró Monedero

Por: M.A. Ruiz Col

Fuente: Ok Diariop

El ex dirigente de Podemos Juan Carlos Monedero. (Foto: EFE)

El fundador de Podemos intentó defraudar a Hacienda tras recibir el pago del Banco Alba ordenado por el Gobierno de Venezuela.

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El paraíso fiscal de las Islas San Vicente y Granadinas es uno de los seis países integrantes del Banco Alba, que en 2013 pagó 425.000 euros al fundador de Podemos Juan Carlos Monedero por la elaboración de un supuesto informe de asesoría que jamás ha visto la luz.

De acuerdo con los documentos publicados por OKDIARIO, el Gobierno de Nicolás Maduro se sirvió del mismo paraíso fiscal para transferir 272.325 dólares a una cuenta cuyo titular aparece identificado como Pablo Iglesias Turrión en marzo de 2014, coincidiendo con la fundación de Podemos.

Por tanto, en ambos casos, el pequeño país con el que el presidente venezolano mantiene estrechos vínculos políticos habría jugado un papel fundamental para financiar a los líderes de Podemos, el partido que ahora aspira a gobernar España mediante un pacto con el PSOE.

Las trampas ante Hacienda

Juan Carlos Monedero se vio obligado a abandonar la primera línea política en 2015, después de que los medios de comunicación desvelaran que intentó defraudar a Hacienda, tras cobrar 425.000 euros del Banco Alba por un supuesto informe para lacreación de una moneda única en los países de la órbita bolivariana.

Monedero transfirió estos fondos a la cuenta de su empresa Caja de Resistencia Motiva 2 para tributar a través del Impuesto de Sociedades y ahorrarse así 130.000 euros en el IRPF. Cuando estos hechos salieron a la luz, se apresuró a presentar una declaración complementaria y evitó ser sancionado por la Agencia Tributaria.

Factura exhibida por Monedero sobre los 425.000 euros que cobró del Banco Alba.

Los fondos recibidos por el fundador e ideólogo de Podemos procedían del Banco Alba, creado en 2008 por iniciativa del entonces presidente venezolano Hugo Chávez.

El testigo protegido de la DEA

El banco público tiene su sede central en Caracas y cuenta con una única sucursal en La Habana (Cuba). Está integrado por seis países, todos ellos situados en la órbita bolivariana: Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, las islas de Dominica y las islas de San Vicente y Granadinas.

Este último país, considerado como un paraíso fiscal, también contribuyó por tanto a financiar los 425.000 euros pagados a Monedero por la elaboración de un informe fantasma.

El Banco Alba estuvo presidido entre abril y julio de 2013 por Rafael Isea. Se trata del ex ministro de Finanzas de Venezuela que, tras entregarse a la Agencia antidrogas norteamericana DEA, ha confirmado ahora ante la Policía española que Hugo Chávez ordenó pagar 6,7 millones de dólares a la Fundación CEPS.

Durante los últimos años, han formado parte del patronato de la Fundación CEPS los mismos dirigentes que luego fundarían Podemos: Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Juan Carlos Monedero, Carolina Bescansa, Luis Alegre, Sergio Pascual y Alberto Montero.

Las inversiones de Petrocaribe

Primero Hugo Chávez y luego Nicolás Maduro han convertido el paraíso fiscal de San Vicente y Granadinas en una suerte de protectorado de Venezuela, utilizando instrumentos como el Banco Alba, Petrocaribe o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

El vicepresidente venezolano Jorge Arreaza y el primer ministro de San Vicente y Las Granadinas, Ralph Gonsalves, inauguraron el año pasado la Planta de Almacenamiento y Distribución de Combustible bautizada con el nombre de Hugo Chavez y financiada por la empresa pública Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

Por su parte, el Banco Alba y Petrocaribe están financiando la construcción del nuevo aeropuerto internacional de Argyle. Hugo Chávez impulsó en 2005 la creación de Petrocaribe como una alianza para que los países socios de Venezuela se beneficiaran de la compra de petróleo a precios preferentes.

En la práctica, se ha convertido en un instrumento más, en manos del régimen chavista, para imponer el control político sobre sus socios gracias al dinero generado por el principal recurso natural de su país.