Isla de Margarita Prostitución Infantil en Mercado de Conejeros

Por: Fernando Fernández H.

Fuente: Frente Libertad

La desintegración de la familia, el hambre y la miseria que se ha apoderado de Venezuela, ha traído una de las peores aberraciones que pueden infestar a una sociedad, como es la prostitución infantil.

En el Mercado de Conejeros de la Isla de Margarita, decenas de Niños desamparados duermen sobre cajas de cartón o papel de periódicos, sin una manta que los proteja y expuestos a la maldad y perversidad de los peores seres de la especie humana. Allí en medio de las inmundicias, niñas y niños se ofrecen para saciar las depravaciones sexuales de pervertidos que pululan en la zona a cambio de una empanada, una arepa o una limosna. 

La prostitución infantil es un drama desgarrador que destroza el alma y devasta los valores más elementales del ser humano. Inquietante y demoledor observar que las bestias que se aprovechan del hambre y el desamparo de los niños de Conejeros actúen tan despiadadamente, destruyendo la inocencia de seres humanos frágiles e indefensos.

Los niños de conejeros han perdido su inocencia ante la mirada indolente de los desalmados que miran hacia otro lado sin importales como se destruye el futuro de la nación. Niños que pierden sus vidas y sueños inmersos en el sexo, el consumo de drogas y en medio de la podredumbre de la basura y desechos que los circunda.

El mercado de Conejeros forma parte de García, un municipio con enormes potenciales y mayores posibilidades de crecimiento económico del estado Nueva Esparta, pero sin embargo la politiquería barata y los malos gobiernos la han sumido en una entidad pobre, triste y descuidada. 

Los efectivos policiales destacados en la zona a duras penas sobreviven a sus difíciles realidades económicas. Ellos hacen caso omiso o son parte de la tragedia que enfrentan los niños prostituidos. En este bajo mundo muchas veces la policía busca sacar ventajas y hacerse de beneficios económicos tutelando tan horrible crimen.

La dictadura de Maduro cuya única finalidad es mantenerse en el poder a toda costa, ha descuidado y arruinado todos los planes e instituciones destinadas al cuidado, protección y resguardo de los niños en situación de calle. Hoy por hoy los albergues están a la deriva o destruidos y sin protección del Estado poco se puede hacer.

En un Estado en descomposición y fallido como el de Venezuela, no existen instancias a donde acudir para solicitar ayuda o asistencia. Las mafias han tomado control y denunciar las atrocidades que ocurren en Conejeros, podría significar enfrentar represalias e incluso arriesgar la propia vida.

Venezuela requiere de una urgente intervención de ayuda internacional que permita el rescate del país y enfrente la tragedia humanitaria que se agrava con el transcurrir de los días. Venezuela y sus niños no pueden esperar.