El régimen de los ayatolás es un peligro para Occidente
Por: Eduard Yitzhak
Fuente: La Cabilla
Es doctor en Filosofía y en Medicina. Judío de origen español, descendiente de franceses y austriacos, es coautor del libro “Objetivo: califato Universal – Claves para comprender el yihadismo“
Fuente: La Cabilla
Es doctor en Filosofía y en Medicina. Judío de origen español, descendiente de franceses y austriacos, es coautor del libro “Objetivo: califato Universal – Claves para comprender el yihadismo“
El ex-comandante del Basic, el general Mohammad Reza Naqdi, en un discurso pronunciado el 22 de enero, 2018 en una ceremonia de entrega de premios a funcionarios del cuerpo diplomático iraní, afirmó que “El continente europeo está cediendo gradualmente ante el genoma de los asiáticos y africanos; en el próximo siglo, tendrán que buscar el gen europeo en los museos”.
Este general es actualmente Director de la División de Cultura y Sociedad del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán, y ha enfatizado que “la Revolución Islámica se está extendiendo en el Medio Oriente y que se anticipan revueltas similares de esta revolución en Egipto y Túnez y que en el futuro, podemos anticiparnos a grandes alzamientos en estos países”, añadió que “los Estados Unidos están colapsando y su influencia política en la región va en decadencia y ha menguado. […] El mundo no es solo Estados Unidos y Europa, que se encuentran en un estado de colapso. […] La mayoría de los países europeos sufren hoy de un crecimiento demográfico negativo y el gen europeo se encuentra en vías de extinción. El continente europeo está cediendo terreno gradualmente a los genes asiático y africano: en el próximo siglo, estos tendrán que buscar el genoma europeo dentro de los museos”.
El régimen islámico de Irán se cree elegido por Alá para llevar a cabo la sacrosanta misión de expansión islámica global y un plan para crear el gobierno mundial del Mahdi [el mesías chiíta], por lo que invierte sumas ingentes de dinero para financiar movimientos islamoterroristas con el fin de exportar su revolución islámica con el fin de construir un nuevo orden mundial islámico chiíta sobre las pretendidas ruinas del orden mundial occidental utilizando el modelo yihadista y revolucionario -según sus mismos propios dirigentes afirman- para “implementar el discurso revolucionario del Imam Ruhollah Jomeini a nivel mundial”.
Los ayatolás creen firmemente en la superioridad de la Revolución Islámica de Irán -por la gracia de Alá- sobre todas las otras revoluciones (Francesa, americana, fascistas, comunistas, etc.) que se han dado en el mundo se han desvanecido en pocas décadas y que ”el Islam será la civilización y religión que desafiará y vencerá al decadente e inmoral Occidente”. El régimen islámico iraní celebra la expansión y penetración del yihadismo iraní en Asia Central, Líbano, Irak, Siria, el Cáucaso, el Golfo de Adén, Bab El-Mandeb, las fronteras de China y la costa mediterránea. El liderazgo iraní afirma que “Irán tiene el poder y la capacidad material y espiritual para exportar su revolución al mundo, mientras que los sunnitas como el régimen saudita que controla el Hiyaz (noroeste de la Península de Arabia) ha sufrido derrotas en todos sus planes de expansión y todas sus amenazas y esfuerzos contra Irán se han convertido en oportunidades para Irán”.
El régimen yihadista iraní está consolidando un cinturón chiíta que conecta la República Islámica de Irán, Azerbaiyán, Irak, Siria y Líbano, este último a través de su “peón” Hezbollah, y hace la pinza a Arabia Saudita con Yemen por el sur y con Bahrein por el este de la península arábiga. Jordania está temerosa respecto a la expansión de Irán en la región. El Rey jordano Abdallah advirtió ya en el 2004 del surgimiento de una “Media Luna Chiíta”, una continua extensión de territorio que se extiende desde Irán a través de Irak y Siria llegando hasta el Líbano.
En los últimos días los medios de comunicación árabes y extranjeros informaron que Irán está consolidando su presencia en el área del sur de Siria. Según estos informes, la Brigada 313, una fuerza establecida en el área de Izra, a 30 kilómetros de la frontera jordana, está compuesta por combatientes sirios directamente subordinada al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRII). También se informó que Irán estableció una base militar en el área de Al-Kiswa, a 13 kilómetros al sur de Damasco.
Ante estos acontecimientos, artículos recientemente publicados en la prensa jordana expresaron su temor por la presencia iraní al sur de Siria e incluso pidieron se utilicen medios militares para impedirlo. Irán está llevando junto con el Presidente sirio Bashar al-Assad una limpieza religiosa, acosando y fustigando a los sunnitas y repoblando el país con afganos e iraníes chiítas.
Líderes árabes sunnitas consideran que Hamás ha fundado un “emirato iraní” en Gaza totalmente subordinado a los ayatolás iraníes y que éste [Hamás] está experimentando una crisis de identidad debido a que siendo éste un movimiento sunita, persigue el modelo chiíta iraní y ha establecido un emirato iraní en Gaza sumiso y obediente a los iraníes al igual que Hezbollah, a los que no consideran movimientos de resistencia sino más bien “contratistas” que implementan la agenda iraní y que Hamás se está aprovechando de los problemas del pueblo palestino con fines políticos.
La alianza militar entre Rusia, Bashar al-Assad y la República Islámica de Irán en Siria es fuertemente criticada por la red pro-Kremlin Pravda.ru en la que se considera a Irán como el problema mayor y principal para los intereses de Rusia. Observadores rusos testifican que la propaganda interna iraní culpa a Rusia por el aumento de las pérdidas militares iraníes en Siria. Más aún cuando se trata de Rusia, el “pequeño Satanás” según los islamistas chiítas iraníes que heredaron el conjunto de valores islámicos del ayatolá Ruhollah Jomeini.
Los ayatolás y mulás iraníes celebraron la victoria de los sunnitas talibanes contra los rusos en Afganistán y consideraron que aquella fue gracias a la ayuda de Alá, y profundamente desprecian y odian tanto a los rusos como los afganos y talibanes a los entonces soviéticos. Los chiítas se creen más cerca de Alá que los a los que ellos denominan “herejes” sunnitas por lo que la interesada temporal y provisional alianza de los rusos en Siria e Irak es producto de la ignorancia y confusión de los “cruzados” rusos, confundidos por Alá, para que les ayude en su guerra contra el sunnita y “desviado” Estado Islámico.
En la dirigencia de los ayatolás y mulás se dan a nivel estratégico dos direcciones opuestas y contradictorias en la política iraní, que están siendo promovidos por las fuerzas políticas rivales dentro de Irán, el bando pragmático y el bando ideológico.
El bando pragmático, encabezado por el ex Presidente de Irán entre los años 1989 y 1997 y miembro de la Asamblea de Expertos en Dirección hasta que dimitió en 2011 y que presidió el Consejo de Discernimiento del Interés del Estado, órgano de consulta del Jefe del Estado iraní y de arbitraje entre el parlamento y el Consejo de Guardianes, Akbar Hashemi Rafsanjani (fallecido el 8 de enero de 2017) y el actual gobierno de Hassan Rohani, que está tratando de conducir a Irán hacia la elección estratégica de cooperación con Occidente en general y con los Estados Unidos en particular.
El bando ideológico, por el contrario, rechaza la acción hacia los Estados Unidos y se esfuerza por lograr entendimientos estratégicos y de coordinación con Rusia respecto a su intervención militar y diplomática en la región.
El Líder Supremo Jamenei es el jefe del bando ideológico y apoya las medidas del Pasdaran, los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica [CGRI] en rechazar la participación regional de Estados Unidos, a pesar de que esta permitió las negociaciones en materia nuclear, a fin de asegurar el estatus en materia nuclear de Irán y provocar el levantamiento de las sanciones.
El régimen iraní quiere enarbolar la bandera del anti israelismo sabiendo que ello puede atraer, aglutinar y arrastrar al mundo musulmán, tanto al sunnita como al chiíta, y sus ideólogos creen que si cae Israel, después necesaria y obligatoriamente caerá la cristiandad, lo que será aprovechado por el Islam que ocupará el vacío creado.
Los mulás y ayatolás –y también los líderes religiosos sunnitas- creen imperturbablemente en lo anteriormente dicho al considerar que teológicamente la Biblia ha sido tergiversada por judíos (la Torah y el Tanaj) y por los cristianos (los Evangelios), ya que ésta profetiza la dispersión y el posterior retorno del pueblo judío a su tierra ancestral, Eretz Israel, y aunque el Corán reconoce los derechos del pueblo judío sobre la totalidad de la tierra de Israel (incluyendo Judea y Samaria) lo será cuando los judíos y cristianos se conviertan al Islam y los que no lo hagan serán exterminados por Isa ibn Maryam (Jesús de Nazaret, hijo de María).
Si el pueblo judío recupera su tierra, Eretz Israel se confirma la Biblia y se muestra el error en el Corán y los hadices que predicen lo contrario, lo que no puede ser aceptado por los líderes religiosos islámicos que se mueven por razones religiosas, y por este motivo y razón la República Islámica de Irán destina enormes recursos económicos en financiar y pertrechar a organizaciones terroristas para fustigar a Israel, apoya al régimen alauita-chiíta de Bashar al Assad para tener bases cercanas a Israel, y también emplea el peón árabe-libanés shiíta Hezbollah, de obediencia iraní para atenazar a Israel por el norte, y a Hamás para atacar al estado judío por el sur.
Pero este peligro no sólo acecha a Israel, también afecta a Rusia, a pesar de apoyar tácticamente a Irán en su guerra contra el Estado Islámico en Siria e Irak.
La hegemonía iraní no sólo amenaza a Israel, sino que perjudica seriamente los intereses económicos, de seguridad y políticos de Rusia. Todo lo que Moscú ha logrado con su intervención militar en Siria ahora está en juego y se ve amenazado por las acciones de Irán, algunas de las cuales están diseñadas para usurpar a Rusia y reafirmarse como la fuerza más dominante e influyente en Siria. Putin no quiere que Irán desestabilice la región, ya que correría el riesgo de dañar los activos de Rusia en Siria.
Irán también financia partidos políticos europeos de la extrema derecha y de la extrema izquierda, como el Frente Nacional de Francia, y Podemos, de España, entre otros, hermanados en su antisemitismo y judeofobia más vulgar y criminal, como las declaraciones de Jean Marie Le Pen sobre las cámaras de gas de los campos de exterminio nazis en las que afirmaba que estás no son más que “un detalle de la historia”. Y las de su “hermano gemelo de sangre y odio anti judío” Pablo Iglesias, Líder y Guía de Podemos que reconoce recibir ayuda del régimen de los ayatolás para desestabilizar España y que declaró que el genocidio nazi, el Holocausto, fue un “problema burocrático”. Irán también financia partidos antisemitas de la extrema derecha y extrema izquierda en Argentina, Venezuela y otros países de Sudamérica.
Irán tiene las manos libres gracias a la administración de Barack Hussein Obama con la que llegó a un acuerdo que negaba la premisa central del Plan Integral Conjunto de Acción: “Irán reafirma que bajo ninguna circunstancia Irán buscará, desarrollará o adquirirá ninguna armas nucleares”, palabras y promesas pero que no van a frenar en absoluto que Irán desarrolle armas nucleares cuando sus dirigentes lo crean conveniente.
Este acuerdo puede ser anulado por los ayatolás como hace décadas en Europa aconteció con Alemania. En la Conferencia de Lausana de 1932, Alemania, Gran Bretaña y Francia acordaron la suspensión formal de los pagos de compensaciones impuestos a los países derrotados después de la Primera Guerra Mundial. Por eso, cuando Adolf Hitler asumió como canciller de Alemania en enero de 1933, ya se habían revisado las disposiciones financieras del Tratado de Versalles (el acuerdo de paz posterior a la Primera Guerra Mundial). Hitler estaba decidido a anular las disposiciones militares y territoriales restantes del tratado y a incluir a la etnia alemana en el Reich como un paso hacia la creación de un imperio alemán en Europa. Las fuerzas armadas alemanas participaron de un rearme secreto incluso antes de que los nazis llegaran al poder. A partir de entonces, los nazis apoyaron el rearme y expandieron rápidamente la producción de armas. El 16 de marzo de 1935 volvió a introducirse la conscripción militar, lo cual violó abiertamente el Tratado de Versalles. Al mismo tiempo, Hitler anunció la expansión del ejército alemán a más de 500.000 hombres. En el Pacto de Locarno de 1925, Alemania reconoció tanto la inviolabilidad de sus fronteras con Francia y Bélgica como la desmilitarización de la región del Rin. Sin embargo, el 7 de marzo de 1936, Hitler repudió este acuerdo y ordenó que las fuerzas armadas alemanas (Wehrmacht) ingresaran en la desmilitarizada región del Rin. La acción de Hitler fue condenada por Gran Bretaña y Francia, pero ninguna de las dos naciones intervino.
El totalitarismo nazi violó los pactos con el objetivo de implementar a nivel mundial la supremacía racial aria. El totalitarismo islámico chiíta de los ayatolás de Irán pactan y se alían con Rusia en tierras de Oriente Medio, y cuando les convenga perjudicarán los intereses de Rusia, pues su férrea voluntad es la de implementar el Islam chiíta a nivel mundial.
Etiquetas: antisemitismo, Hamas, Hezbollah, Holocausto, Islamismo, islamista, Judeofobia, Nazi, nuclear, terrorismo, Venezuela, Yihadistas
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