Lucha contra el crimen, las drogas y el terror de Hezbollah

Por: J.D. Gordon 

Fuente: The Washington Times

Una mirada incluso superficial a la biografía del fiscal general Jeff Sessions muestra a un hombre que desarrolló una carrera en torno a la lucha contra el crimen, las drogas y el terror. Hoy Sessions está listo para "El Premio Gordo" contra los tres, yendo tras Hezbollah en América Latina. 

En su declaración de este mes Sessions anunció la creación del Equipo del Departamento de Justicia denominado Hezbollah Financiamiento y Narcoterrorismo (HFNT), Sessions dijo que "no escatimarán esfuerzos para eliminar las amenazas a nuestros ciudadanos de las organizaciones terroristas y frenar la devastadora crisis de las drogas".

Varias de esas piedras están en América Latina.

Hezbollah, el principal grupo terrorista global de Irán, allí durante décadas se ha vuelto más rico y poderoso. Eso es especialmente cierto en Venezuela, pero también en Bolivia, Paraguay, Panamá y en varios otros países de la región. La red libanesa basada en el crimen y el terrorismo utiliza a su vasta comunidad de expatriados para traficar drogas como la cocaína, mientras lava dinero en el mercado negro de automóviles usados en África y mediante el contrabando de cigarrillos.

El vicepresidente venezolano, Tareck El-Aissami, de 43 años y de origen étnico sirio-libanés con profundos lazos con la comunidad de expatriados, fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en febrero pasado como "narcotraficante especialmente designado". Ha sido acusado de crear un esquema criminal para enviar fondos ilícitos y drogas desde América Latina hasta el Oriente Medio y canalizar a los combatientes extranjeros.

Con amigos en altas posiciones como el caso del vicepresidente de Venezuela, el Hezbollah libanés ha cosechado una empresa estimada en mil millones de dólares en América Latina, utilizando el sistema de correos de dinero de Hawala, financiando el terrorismo en lugares como Siria y más allá. 

¿Alguna vez se preguntó de dónde obtiene Hezbollah el dinero para comprar misiles para atacar a Israel? Mira a América Latina.

En 2008, la Agencia de Estados Unidos para el Control de Drogas creó el "Proyecto Cassandra" para atacar a Hezbollah a nivel mundial. Recientemente, en febrero de 2016, la DEA emitió un comunicado de prensa titulado: "La DEA y las autoridades europeas descubrieron un esquema masivo de lavado de dinero y drogas de Hezbollah: Siete países involucrados en interrumpir el flujo de dinero de las drogas para el régimen terrorista".

Pero según algunos ex funcionarios de Obama, los Estados Unidos le quitaron el respaldo porque el equipo de Obama dio prioridad al fomento del acuerdo nuclear de Irán.

Katherine Bauer, ex funcionaria del Tesoro de EE. UU. testificó ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara en febrero pasado que las investigaciones contra Hezbollah durante el tiempo en que Obama ocupó la Casa Blanca "fueron aplastados por temor a sacudir el barco con Irán y poner en peligro el acuerdo nuclear".

Fue una oportunidad que los EE. UU. perdieron en todas las formas posibles.

A cambio de permitir el acuerdo con Irán, que simplemente ralentiza, no detiene, la búsqueda de armas nucleares por parte de Irán, suavizó el papel de Hezbollah en la venta de drogas y la recaudación de dinero para más terrorismo. Para que no olvidemos, el programa nuclear de Irán no es su única amenaza. Desde la Revolución de 1979, el objetivo del régimen es "difundir el Islam revolucionario" dirigido a aquellos que se considera que obstaculizan su progreso, como Estados Unidos, Israel y las potencias musulmanas suníes rivales de Arabia Saudita y los Estados del Golfo.

Hezbollah, también conocido como Partido de Dios, es un partido político chiíta que comparte la visión de Irán. Fue designado por los Estados Unidos como una organización terrorista hace más de 20 años, y ha logrado ataques terroristas tanto dentro como fuera de Medio Oriente. Irán no es tímido para atacar a sus enemigos, independientemente de su ubicación.

Notablemente, los ataques terroristas más mortíferos en el Hemisferio Occidental fueron los bombardeos contra el Centro Cultural AMIA y la Embajada de Israel en Buenos Aires, Argentina, a principios de la década de 1990. Según investigadores argentinos, supuestamente fue una revancha por las maniobras detrás del escenario del presidente argentino, Carlos Menem, para evitar que Argentina compartiera la tecnología nuclear con los hombres del ayatolá. El fiscal jefe de la Argentina, Alberto Nisman, fue asesinado en 2015 pocos días después de publicar su condenatorio informe sobre el papel de Argentina en encubrir las implicaciones iraníes en los ataques.

Según un informe de 2016 titulado "Después de Nisman" por el Centro para una Sociedad Libre y Segura (SFS), Irán inició una estrategia diplomática de doble vía durante el mandato del presidente Obama para encubrir su papel en los ataques de Argentina y allanar el camino para las Naciones Unidas. Acuerdo nuclear P5 + 1. El informe también sugiere que el Sr. Nisman fue asesinado porque intensificó sus esfuerzos durante el apogeo de las negociaciones nucleares de Irán.

Y justo el mes pasado, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner fue acusada de traición por un juez argentino por este escándalo

En otras palabras, la racha terrorista de Irán es larga, profunda y compleja en América Latina. Vinculado inextricablemente con su poder terrorista y su empresa criminal transnacional. Es hora de tomar medidas enérgicas contra Irán y Hezbollah para detenerlos en seco.

Con el nivel adecuado de supervisión, la colaboración con aliados y el apoyo del Congreso, el Sr. Sessions tendrá el premio gordo en contra de la trifecta del crimen, las drogas y el terror.