Clan Barakat: “tesorero de Hezbollah” en Latinoamérica extraditado a Paraguay
En 2003 el líder del clan fue detenido por primera vez también en Brasil y enviado a Paraguay donde cumplió cárcel durante seis años por evasión fiscal
Por: Miguel Lagos
Fuente: PanAmPost
Las investigaciones ubican a este grupo extremista como articulador de redes de delincuencia transnacionales, de financiamiento del terrorismo y de canales subterráneos de apoyo político. (Migración Paraguay)
Un serio golpe al plexo de la red financiera del grupo terrorista libanés y proiraní Hezbollah agarró intensidad en esta parte del continente americano.
Culminando julio de este 2020 y bajo estrictas medidas de seguridad, fue extraditado desde Brasil a Paraguay Assad Ahmad Barakat, señalado «financista de Hezbollah» en Latinoamérica y líder del Clan Barakat. Assad (libanés de nacionalidad paraguaya) fue detenido el 21 de setiembre de 2018 en la ciudad brasilera de Foz de Iguazú y era requerido por la justicia paraguaya.
El Clan Barakat, encabezado por Assad, es considerado una organización criminal que nutre las arcas y las actividades ilegales de Hezbollah. Teniendo como centro de operaciones ciudad del Este en Paraguay, los Barakat generan enormes recursos de manera delictiva que luego son exportados al Medio Oriente.
Como ya es cada vez más conocido —gracias a diversas investigaciones gubernamentales y no gubernamentales—, los extremistas violentos y proiraníes de Hezbollah han logrado montar en los últimos años epicentros financieros y logísticos como el de la «Triple Frontera» entre Argentina, Brasil y Paraguay o como el actual Venezuela bajo control del castrochavismo; otro aliado importante de la penetración iraní en la región.
Para lograr sus encargos y objetivos, el Clan Barakat ha perpetrado un sin fin de delitos: tráfico de cocaína, extorsión, falsificación de dinero y documentos, contrabando, lavado de activos, tráfico de armas y personas, financiamiento del terrorismo, etc… Por supuesto sus miembros niegan estas acciones.
Sin embargo, los antecedentes de Assad Barakat —y de sus parientes— no son menores. Ya en 2003 el líder del clan fue detenido por primera vez también en Brasil y enviado a Paraguay donde cumplió cárcel durante seis años por evasión fiscal. Estamos hablando entonces de un tenaz reincidente con afanes irrevocables.
A Assad Barakat también se le considera pieza clave en el financiamiento del ataque en Argentina a la mutual judía AMIA en 1994 (causó 85 muertos) atribuido a células terroristas de Hezbollah con auspicio de Irán. En esta operación se le vincula con Salman Raouf Salman, alias «Samuel Salman El Reda», catalogado como el «jefe de inteligencia externa de Hezbollah en América Latina» y organizador logístico y uno de los autores intelectuales del ataque terrorista contra la AMIA. Pese a existir una recompensa de siete millones de dólares ofrecidos por el Departamento de Estado estadounidense por su ubicación, «El Reda» continúa hasta hoy —26 años después— prófugo e impune.
«Para el titular de la Unidad Fiscal para la Investigación de la Causa AMIA (UFI-AMIA) Sebastián Basso, está comprobado que El Reda organizó el ataque a la AMIA en 1994».
¿Por qué las cautelas y las acciones de aplicación de la ley contra las estructuras montadas por Hezbollah deben interesar a los latinoamericanos? Pues por la no menos seria razón de que en los últimos quince años la región se ha convertido en un centro de operaciones clave para la captación de recursos vía actividades ilegales que nutren las arcas de la organización terrorista islamista. Las investigaciones ubican a este grupo extremista como articulador de redes de delincuencia transnacionales, de financiamiento del terrorismo y de canales subterráneos de apoyo político.
Hezbollah no solo ha logrado generar enormes recursos económicos y montado eficientes rutas logísticas (con nudos en Venezuela y la Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay) en nexo con cárteles del narcotráfico como los mexicanos, colombianos y venezolanos (y posiblemente peruanos), sino que además ha cavado redes subterráneas de alcance político e ideológico. En esa línea es posible que en los próximos años pueda notarse cada vez más el influjo de Hezbollah tanto en las dinámicas criminales como en las de alta conflictividad política y de poder en esta parte del continente.
«La presencia de Hezbollah en la TBA (Área de Triple Frontera) sigue siendo significativa, y es probable que el grupo terrorista ya haya elegido un reemplazo para Barakat. Solo la presión sostenida a través del enjuiciamiento y las sanciones puede hacer mella en las redes financieras ilícitas que continúan operando en la TBA», resalta Emanuele Ottolenghi, especialista en temas de terrorismo.
A la sazón, y a miles de kilómetros de la Triple Frontera sudamericana, Kosovo (junio) y Lituania (agosto) se sumaban también a los países que ya han declarado oficialmente como una organización terrorista y una letal amenaza transnacional a Hezbollah, tanto a su «ala militar» como a su «ala política». Sin distinción.
Etiquetas: AMIA, Financiación del Terrorismo, Financiamiento Al Terrorismo, Hezbollah, Isla de Margarita - Venezuela, Patrocinador del Terrorismo, terrorismo, Terrorismo Internacional, Triple Frontera
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