Irán Planifica Y Patrocina Desde Perú Una Ola De Atentados Terroristas En Latinoamérica.

Fuente: Noticias de Israel

En diciembre de 2014, durante la celebración de la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático en Perú, a la que asistieron 12.000 delegados y un millar de periodistas, el grupo libanés Hezbollah, auspiciado por Irán, pretendía perpetrar un golpe terrorista de gran magnitud no vista desde los días más sangrientos del grupo terrorista Sendero Luminoso.

El plan se frustró con la detención del libanés Mohamad Ghaleb Hamdar, el 28 de octubre de 2014, en el barrio de Surquillo de Lima. Se determinó que Hamdar proporcionó apoyo logístico a Hezbollah para llevar a cabo el atentado.

Operaciones de Irán y Hezbollah en Perú las lidera Edwar Quiroga Vargas (Inkarri Islam)

En los últimos años se ha identificado a unos 150 peruanos convertidos al Islam chiíta, sobre todo en el sur del país, de los cuales una veintena se han ido a Irán. Gran parte de esta red de adoctrinamiento islámico procede de los etnocaceristas, una doctrina política indígena nacionalista. Los etnocaceristas cuentan con una unidad paramilitar, la Asociación Plurinacional de Reservistas del Tahuantinsuyo (ASPRET), que colabora estrechamente con la organización islamista Inkarri Islam para reclutar y adoctrinar a los jóvenes desarraigados de todo el país.

En los últimos cinco años, se han abierto centros islámicos chiítas en Cusco, Puno, Arequipa y Lima para promover la revolución iraní en Perú. A través de estos centros islámicos, Irán y Hezbollah están introduciendo a la población indígena dentro del Islam. El creciente control de los etnocaceristas facilita que Teherán cuente con una fuerza proxy para lograr sus objetivos estratégicos en Perú.

Las agencias de inteligencia peruanas señalan a Edwar Quiroga Vargas como una importante conexión política con el Régimen de los Ayatollah. Quiroga ha visitado repetidamente a Irán y sus conexiones se iniciaron en el año 2009 a través de su participación en reuniones de la organización bolivariana ALBA. Quiroga también se encargó de abrir el Centro del Islam Inkarri en 2012, tras pasar tres meses en Irán. Quiroga esta a la cabeza de una estrategia iraní para patrocinar a futuros líderes con creciente influencia política en Perú.

Hezbollah también ha crecido con fuerza en países vecinos como Brasil, Bolivia y Ecuador. Se ha establecido un paralelismo entre Perú y las condiciones de Argentina que llevaron al atentado de la AMIA en Buenos Aires en 1994 que arrojó un saldo de 85 muertos.

Hezbollah aprovecha la permeabilidad de la actividad criminal en la zona del VRAEM, cerca de la triple frontera entre Perú, Chile y Bolivia y en la triple frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina, donde operan los carteles de las drogas mexicanos y colombianos. Argentina y Perú cuentan con una influyente comunidad judía políticamente activa en el país, lo que conlleva estrechos vínculos comerciales y militares con Israel. Esta situación es un desafío para Irán y Hezbollah, cuya estrategia es socavar la influencia de Israel en el mundo.

Al mismo estilo que las prácticas islamistas más extremas, Quiroga ha amenazado con utilizar un “machete” para llevar a cabo decapitaciones, en caso de que la izquierda no logre la toma del poder político en Perú por la electoral.

Con Información de Joseph Humire