Narcoestado: Enjuiciamiento al General Ochoa

Tomado de: Latina - Cuba
Transcurrido 20 años desde el fusilamiento del General Arnaldo Ochoa Sánchez, el caso permanece vigente.

El general cubano Arnaldo Ochoa Sánchez , era un veterano de las guerras en Angola y Etiopía. Atraído con la perestroika de Mikhail Gorbachev, intentó establecer una versión tropicalizada de aquella experiencia en la URSS, comenzando a cuestionar al régimen totalitario de Fidel Castro.

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Amenazado por la creciente popularidad de Ochoa, Castro le envió a Paredón el 13 de julio 1.989, bajo la acusación de mantener vínculos con los cárteles de la cocaína colombiana, específicamente con el cartel de Medellín que encabezaba Pablo Escobar, arriesgando, según Fidel Castro, la seguridad del Estado cubano y de su "revolución".

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Versiones recogidas en Cuba dicen que el General Ochoa andaba en acciones sediciosas destinadas a derrocar a Fidel Castro, y recuerdan la supuesta aparición de misteriosos escondites de armas en la Habana y la vecina provincia de Pinar del Río.

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Hoy por hoy es un secreto a voces que: Sectores de la élite cubana mantienen vínculos con traficantes de drogas en Colombia. Usando a Cuba como base para la exportación de cocaína a varios países.

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Es fácil concluir que Castro esta profundamente involucrado en el negocio de la droga. Resulta obvio que en un país totalitario, donde el dictador lo sabe todo, no haya sabido que uno de sus más cercanos colaboradores como el General Ochoa, estaba involucrado con traficantes de drogas.

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Posiblemente, Fidel sacrificó a Ochoa por dos razones: Primero, porque Ochoa era mucho más popular que Raúl Castro, hermano y heredero de Fidel, y en caso de la muerte del dictador, el General Ochoa, podría tomar el poder y abrir el país hacia cambios democráticos, siguiendo los pasos de Mikhail Gorbachev. Segundo, porque el sacrificio de Ochoa, de alguna manera, limpiaba al Estado cubano de su involucramiento con las drogas.

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Lo cierto es que veinte años después del asesinato de Ochoa, "las redes de tráfico de drogas están firmemente establecidas en Cuba y han extendido sus tentáculos hacia la Venezuela de Hugo Chávez.

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En enero 5, 1999, Fidel Castro acusó públicamente a dos empresarios españoles - José Royo Lorca y José Anastasio Herrera Campos - por haber utilizado a Cuba como una plataforma para las operaciones de tráfico de cocaína a gran escala entre Colombia y Europa a través de la Habana. Esto en nombre de la empresa en participación Artesanía Caribeña Poliplast (fabricante de productos de plástico), fundado por ellos en Cuba.

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La policía colombiana descubrió más de 7 toneladas de cocaína en contenedores que les pertenecían a los españoles acusados. La compañía utilizaba materiales de plástico importado de Colombia para camuflar la droga que introducía a España. Una vez más, Fidel no sabía nada.