Antisemitismo En América Latina
Tiempo Vertical
Por:
Carlos R. Alvarado Grimán
Fuente: Hispanos Report - Miami
“…Si
es cierto que la humanidad siempre ha insistido en asesinar a los judíos,
entonces el asesinato de judíos es una actividad normal y humana y el odio a
los judíos una reacción que ni siquiera hace falta justificar” Hannah Arendt
En la novela de
Shakespeare, El Mercader de Venecia, Shylock un prestamista judío, condiciona
el incumplimiento de pago por una deuda, a que un comerciante en apuros, le
entregue media libra de su propia carne. En la Inglaterra del siglo XVI se
acusaba a los judíos de comer carne humana, sacrificar niños cristianos y
envenenar manantiales. La satanización de los judíos no es nada nuevo y ha
servido para expiar culpas, justificar fracasos, polarizar sociedades y como
argumento para desatar guerras.
.
El antisemitismo como
política de Estado surge en Venezuela con la llegada al poder del Socialismo
del Siglo XXI y se expande peligrosamente por Latinoamérica. El finado mentor
del chavismo Norberto Ceresole, para redondear su tesis ideológica necesitaba
enemigos que cohesionaran masas. En consecuencia optó por lo que sin dudas
resulta más común y fácil de introducir en el mundo como el antiimperialismo y
el chivo expiatorio de todos los tiempos: el antisemitismo.
Como dijo Jacinto
Benavente “más se unen los hombres para compartir un mismo odio que un mismo
amor”. Esto ha quedado patentemente demostrado con la alianza anti-natura entre el bolivarianismo y
el régimen de los ayatolas iraníes, que ha permitido la penetración en nuestra
región de grupos fundamentalistas radicales que propugnan odio hacia el pueblo
judío.
Los gobiernos afectos al
socialismo del Siglo XXI están contribuyendo a que como el cáncer, el
antisemitismo crezca silenciosamente, pero aceleradamente en nuestro hemisferio,
sobre todo en los sectores más
vulnerables y atrasados de nuestras sociedades.
La propaganda antisemita,
que se esparce a través de la radio, televisión y páginas digitales en la región, obedece a líneas editoriales
muy bien orquestadas por los gobiernos de los países bajo la influencia
chavista y con asesoramiento de agentes pro-islamitas que pretenden usar
muestro continente como base de operaciones en su guerra contra occidente. El
financiamiento de este entramado conspirativo, que inocula el veneno antisemita
en nuestros pueblos, proviene
principalmente del gobierno venezolano, el gobierno iraní y sus redes de
narcotráfico y legitimación de capitales internacionales.
La comunidad judía no está
sola, pero debe permanecer alerta y sin abstraerse de la lucha que libramos los
pueblos libres de América, para la
consolidación de nuestra forma de vida. Los judíos son nuestros hermanos,
pertenecen a nuestra sociedad, no son extranjeros en su propia tierra, además compartimos
los mismos valores y principios democráticos.
La unidad en la protesta
contra la intolerancia es vital. Un grito de libertad antes que los fanáticos
antisemitas adeptos al chavismo intenten robarnos la voz. Parafraseando a Vladimir
Maiakovski: No esperemos el día en que el más frágil de ellos, entre solo en
nuestra casa, nos robe la luna, y conociendo nuestro miedo, nos arranque la voz
de la garganta.
Etiquetas: antisemitismo, Hannah Arendt
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