La Múcura Está En El Suelo
Editorial de Veneconomía

El nuevo vicepresidente de la República, Jorge Rodríguez, se estrenó aseverando que la “economía está más sólida que nunca”. Ésta es una tremenda falacia. Lo era ya antes, cuando la economía dependía del gasto del Gobierno y lo es más después de los anuncios presidenciales de esta semana. Tal vez sea aún muy temprano para estimar en todas sus dimensiones el impacto económico que tendrá para Venezuela dichos anuncios, pero sin duda éstos tendrán los efectos de un tsunami. .

Es temprano, por ejemplo, para medir las consecuencias de la estatización de CANTV, o para medir los efectos del pase de las mejoradoras de crudo extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco al control del Estado. Y más temprano aún es para medir los alcances de la Ley Habilitante, ya que no se conoce aún lo que se incluirá en la “madre de las leyes revolucionarias” solicitada por el mandatario. Lo que es evidente es que Chávez sí sabe que las mismas van a generar reacciones opuestas. De allí que con los poderes especiales que ha solicitado, impedirá que la Asamblea Nacional, 100% bajo su dominio, ni siquiera haga la pantomima de analizar y discutir los proyectos de leyes. Y más importante, también evitará que analistas independientes opinen, disientan o den sugerencias antes de que las leyes sean promulgadas, tal como sucedió con la anterior Ley Habilitante de 2001.
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Ahora, lo que sí se conoce es que tras los anuncios del mandatario, el Índice de la Bolsa de Caracas cayó 18,7% este martes para cerrar a 50.438.71. Y que si no se derrumbó más fue por la norma de la Bolsa de suspender las cotizaciones por 48 horas, cuando éstas caen a 20% en un día. También se sabe que los ADR de CANTV que se negocian en Nueva York cayeron 38,9% en dos días por la misma razón.
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Otro de los efectos negativos de los anuncios presidenciales fue que la tasa del dólar paralelo sobrepasó los Bs.4.000:$. La experiencia dice que cuando la moneda se dispara de esa manera, es muy difícil (por no decir imposible) volver a estabilizarla en un valor más razonable. Si a esto se le adereza con: a) la salida de Domingo Maza Zavala, la única voz medio sensata que quedaba en la Junta Directiva del Banco Central, b) con el anuncio de la eliminación formal de lo que quedaba de la autonomía del ente emisor, y c) con el nuevo traspaso de $7 millardos de las reservas internacionales al Fonden, los resultados son de pronóstico reservado.
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La combinación de un dólar a más de Bs.3.000, con un Banco Central técnicamente quebrado y sin autonomía es garantía de una inflación del orden de 30% a 40% este año y quizás mayor a posteriori, de escasez de productos de primera necesidad, y de una recesión económica. Y por si esto fuera poco, si se le agrega que la poca inversión que existía cesará y que el precio de petróleo está mostrando una tendencia hacia la baja, se puede afirmar que lo que se avecina es la peor crisis económica de la historia del país.
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La múcura está en el suelo y los venezolanos no podemos con ella.