Diario VEA
¿Por qué…? Esta era la pregunta de una madre destrozada de dolor por la muerte de su único hijo varón a manos del hampa, su padre gritando pidiendo justicia, cientos de personas comentando la insoportable situación de inseguridad a la que hemos llegado, este joven asesinado a los 20 años de edad, estudiante de medicina era una persona ejemplar.
Cualquier familia decente desea tener un hijo igual por su conducta y talento, su único delito no vivir en una casa de tipo “alcatraz” para protegerse de los crimines que se adueñaron del país y siembran el terror a cada momento al trabajador, estudiante, profesional, comerciante, ama de casa, entre otros.
Esta tragedia lo viven decenas de familias diariamente, las victimas de este cáncer social en su mayoría son de clase media y humilde de la sociedad venezolana, precisamente de estos dos sectores provienen el mayor respaldo al comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
El aumento considerable de los actos criminales y el consumo de drogas, está acabando con la paciencia del venezolano, existen descontento y frustraciones crecientes.
El gobierno nacional esta obligado a crear la misión más importante “misión seguridad” y del existo o fracaso de este misión depende el futuro de todas las misiones y el propio proceso revolucionario que estamos viviendo.
Vivir las 24 horas del día en el trabajo, la casa o en la calle, pendiente de cuando llegará el mal momento en que le quiten la vida a tu hijo, familiar, alguien allegado e inclusive a uno mismo, esta tortura física y psicológica, debería de llamar mas la atención a aquellos sabios que andan preparando proyectos de leyes para proteger a los “gallos y toros”.
Es inaceptable que unos 500 criminales mantengan en zozobra a una ciudad de 400 a 500 mil habitantes, no es justo que una persona tenga que invertir 10 al 15% de su ingreso en alarmas, rejas, pólizas de seguro, vigilancia privada para un medio de protección.
Perder un ser querido defendiendo la patria es un orgullo para su familia, pero perderlo asesinado por un delincuente provoca rabia, cólera y frustración.
Soy revolucionario, defensor incondicional del comandante Chávez y de este proceso, pero tengo mi pronóstico, o el gobierno acaba con el hampa o el hampa acaba con el gobierno y esto será lamentable e imperdonable.
Con la verdad no ofendo ni temo.
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