38 Años de Bandera Roja

Prof. Luis Pino

Bandera Roja (BR) nació en pleno fragor de la lucha armada, en un campamento guerrillero, donde un grupo de marxistas-leninistas se plantearon la lucha orientada a la toma de un nuevo poder, democrático y popular, con sentido de pluralidad, que diera al traste con el atraso y la corrupción, que reivindicara a la clase trabajadora en sus más sentidas necesidades y promoviera el desarrollo integral del país.

A diferencia de las FARC, que hace muchos años se alejó de una ética revolucionaria (a pesar de autodenominarse marxista-leninista), BR respetó los derechos humanos y la dignidad, en la lucha armada, lo que derivó en un estatus de beligerancia como fuerza insurgente y allanó el camino para la desmovilización de los frentes armados, la inserción en la lucha pacífica y democrática, sin comprometer sus principios y bases ideológicas. Hoy, BR rechaza enérgicamente, que unas fuerzas autodenominadas revolucionarias, con el uso de terror, los beneficios del narcotráfico, el chantaje y el apoyo del Presidente Hugo Chávez Frías -quien funge de Canciller de este grupo armado- pretenda imponer -valiéndose de inocentes capturados, mantenidos como animales en cautiverio- que el mundo les dé un estatus que no merecen.

Hoy, a 38 años de vida de BR, ante la grave crisis que vive el país y frente a la estafa que han representado HCF y su élite hegemónica, BR propone a los partidos políticos, grupos sociales, estudiantes y trabajadores, darle contenido a una alianza en torno a la Unidad, que llene las expectativas de todos los venezolanos y le dé sentido al desalojo del poder de ese grupo hegemónico que durante ocho años ha dilapidado la riqueza nacional, los ingresos petroleros y ha sembrado odio, miseria y corrupción.

En tal sentido y frente a las elecciones a gobernadores, alcaldes, diputados regionales y concejales, BR propone que la lucha por mejoras concretas debe estar unida a la contienda electoral y encuadrada en un planteamiento de cambio político, expresado en el impulso de grandes transformaciones nacionales, resumidos en lo siguiente:

1. Democracia de nuevo tipo, donde las bases de la sociedad, con sus organizaciones autónomas y sus asambleas populares, sean las que decidan sobre el rumbo de la patria y sus mejores derroteros, sin discriminación alguna.

2. Una economía para el desarrollo, la soberanía nacional y el progreso social, que adelante la revolución industrial y el crecimiento vertiginoso de la producción agroalimentaria.
3. Una política que convierta el petróleo en pilar para el desarrollo diversificado en todas las áreas productivas de la economía.

4. Una nueva ética, basada en el principio de que los intereses colectivos se conviertan en la prioridad social, en el rescate de la función pública como servicio ciudadano y en el impulso de una educación en valores de respeto, tolerancia y dignidad.

5. Una política social que atienda las emergencias de miseria y pobreza, que dignifique el trabajo, el esfuerzo y el mérito como camino para la redención social y que impulse una distribución de la riqueza en beneficio de la gran mayoría nacional.

6. Un plan de asentamiento y desarrollo integral de las ciudades, en el mejoramiento de la calidad de vida, del aseo, del transporte, de la seguridad, de los servicios públicos.
7. La transformación del aparato del Estado, menos burocrático, transparente y de elevada eficiencia en todas sus competencias.

Además, invitamos a retomar con mayor fuerza de masas, la solicitud ante la Asamblea Nacional de la Ley de Amnistía y Reconciliación, en defensa de todos los presos políticos, sin discriminación alguna. También, invitamos a exigir respeto a la Autonomía Universitaria, presupuesto justo y equitativo, para todas las universidades, respeto y cumplimiento de las Normas de Homologación, para que se pueda ofrecer una educación de calidad y oportunidades a todos los venezolanos. Finalmente, llamamos a la reconciliación franca y efectiva entre todos los venezolanos. .