¡LA LLAVE DE LA PUERTA!
Por: María Walter
Todo proceso libertario impone el apego a la verdad, lo contrario evidencia cuan alejado se está de tener la llave de la puerta que conduce a “la mayor suma de felicidad posible” por ello, horas y horas se podrán utilizar para decir que se trabaja por la felicidad de todos, pero si ese todos no alcanza a cobijar en la práctica en igualdad de condiciones a cada Ser, ese hablar es pura retórica.
Una Ley de Amnistía es precisamente la manera en que en apego al valor del amor hacia el prójimo, cualquiera, sea cual sea la causa que mantiene al reo en prisión, éste queda liberado. Con tal acción de otorgamiento de libertad el que concede la amnistía en el mismo acto, ubicándose por encima de las limitaciones humanas, estableciendo el tamaño de la vara, perdona y olvida, concediendo así al reo, la posibilidad de la reflexión acerca del valor de la Justicia nacida desde instancias superiores de conciencia, por ello, en el acto de amnistía, el dador de perdón otorga desde lo mejor de sí, facilitando, la esencia del amor se muestre en su precisa dimensión, la incondicionalidad. De esta manera, lo ilimitado del amor hace posible en el plano tierra, se muestre la grandeza de la condición humana en su mas prístina cualidad, el perdón por causa del amor a la Humanidad viviente. Perdón y olvido, he allí la clave del amor.
Independientemente la causa del agravio, perdón y olvido. Perdón y olvido para el reo, eso es la amnistía, forma concreta mediante la que, un gobernante deja en claro, su conexión/comprensión de los nïveles de conciencia que conducen a la acción delictiva y en consecuencia, el cautiverio. Hacer tangible en el plano tierra la manifestación del amor incondicional es, desde el hacer meramente humano, sencilla expresión de que se está conciente del valor del poder, el valor de la vida y, el valor de la libertad.
Cuan lamentable ver que avanzamos en la primera década del siglo XXI y aún los corazones se empeñan en guardar rencor para con el prójimo, muestra inequívoca del desconocimiento de la gran Ley del Amor en la aplicación de Justicia, por ello, ¿cómo avanzar a la paz si el rencor se ofrece como muralla?
Como no percatarnos que en razón del Amor, la Verdad y la Luz, por causa de amnistía, quien libera, es en el mismo acto liberado?
La deuda que tiene el Poder Moral con respecto a la comisión de la verdad acerca de los sucesos ocurridos en abril 2002 es obligante de la AMNISTIA GENERAL!
El amor es la fuerza que mueve el Universo.
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