6 años de aquel 11 de abril
Por: Robin Rodríguez
Dirigente de Vanguardia Popular.
Han utilizado el desprestigio y el repudio hacia el Carmonazo, para ocultar la responsabilidad del presidente, de José Vicente Rangel y Freddy Bernal entre otros, en el vil asesinato de la población civil que marchó ese día. Independientemente que en el libro Relatos de un subversivo establezco mis dudas sobre el origen de los francotiradores que macabramente actuaron en ese momento; la agresividad y amenazas hechas por Chávez durante los días que antecedieron los sucesos de abril, dieron comienzo a las
-->esquinas calientes de Caracas, donde eran agredidos todos aquellos que manifestaran algo contrario al gobierno, la bestialidad en que fueron reprimidas muchas manifestaciones; pero lo más aberrante fue la utilización de los mal llamados "Círculos Bolivarianos" como contención armada contra una población totalmente desarmada.
Transformar una debilidad en fortaleza, es lo que el gobierno buscó con la campaña satanizadora del poderoso movimiento de masa que se manifestó aquel 11 de abril de 2002, contra el populista, militarista y neoliberal gobierno de Hugo Chávez; ya que trató de colocar a la movilización más gigantesca desarrollada en toda la historia de Venezuela, como una simple pieza de la conspiración de un reducido sector (expresión de la corriente fascista que existe en el país) que utilizó oportunistamente dicha acción, para dar origen a la corta dictadura de Carmona Estanga y sus compinches.
Recordemos que entre agosto y diciembre del 2001 quedó claro que las bases del gobierno se habían debilitado, ya que
Chávez saltó las normas para la aplicación del Plan Ávila, al dejar fuera de la RED TIBURON al jefe del CUFAN (G/D Manuel Rosendo), dado a sus observaciones y razonamientos sobre lo inconveniente y anticonstitucional del Plan Ávila (la Constitución del 99 expresa que no se debe utilizar las armas contra el pueblo). Pero las reservas morales de la FAN se pusieron aprueba cuando el Vice Ministro de Seguridad Ciudadana, G/D Camacho Kairuz, y el jefe del Estado mayor del CORE 5 de la Guardia Nacional, ordenaron el regreso de este componente a su cuartel, y el TIBURÓN 3, G/D Efraín Vásquez Velasco, como Comandante General del Ejercito, ordenó el regreso del Batallón Ayala (Unidad letal que posee 41 tanques Dragón-300) y a todos los integrantes del componente ejercito a sus guarniciones; quedando demostrado que Chávez no controlaba la totalidad de la FAN. También hay que dejar claro ante la historia, que si esos generales no hubiesen actuado de esa manera, el genocidio contra el pueblo superaría la mortandad del sacudon del 89, donde también se ordenó el Plan Ávila.
El hecho que en el Carmonazo participaron militares que también hay que condenar ante la historia, no se debe pasar por alto la actitud valiente y constitucional de tantos ofíciales que evitaron que Hugo Chávez en su afán de mantenerse en el poder, siguiera enlutando al pueblo venezolano.
Los venezolanos tanto civiles y militares querían salir de Chávez, pero sin regresar al pasado. El repudio a la dictadura fascista de Carmona y su camarilla, hizo que el mismo Comandante General del Ejercito encabezará posteriormente una declaración publica, condicionando su respaldo a la junta de gobierno (restablecimiento de la constitucionalidad); a partir de allí hubo un reacomodo de fuerzas y se dio la restitución de Chávez al poder; "claro", el presidente se ha encargado de cambiar la historia para pasar de intento de genocidio a "salvador de la democracia".
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Etiquetas: Aristobulo Isturiz
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