El control de cambios
Por: Orlando Ochoa
Es cada vez más evidente la magnitud de los daños y distorsiones económicas creadas por el control de cambio establecido hace casi cinco años y medio. La selección del régimen cambiario es un caso típicamente representativo de la importancia relativa de los temas sobre el desarrollo económico de un país versus la política diaria, electoral o ideologizada, a veces sin otro fin que la postergación de los problemas de fondo. Que la inflación se agrave por las expectativas adversas sobre la estabilidad del tipo de cambio y que la corrupción gubernamental y financiera, casi siempre con militares involucrados, aumente a niveles obscenos por el aprovechamiento del diferencial cambiario, no parecen motivos suficientes todavía para inducir una rectificación de política económica. La lección debió aprenderse con el Régimen de Cambio Diferencial (RECADI) de 1983-88, pero no fue así.
¿Por qué un proyecto político que se autodefine cómo socialista y revolucionario sigue un camino que comprobadamente desequilibra, deteriora y corrompe a la economía y el Estado? Hay tres respuestas: primero, porque hay otros objetivos “superiores” de corto plazo definidos por la ambición personal del líder; segundo, porque la oportunidad de aprovechar las distorsiones es una motivación más fuerte que el daño a la nación. Tercero, una mezcla de las dos anteriores.
Algunos detalles adicionales ayudan a describir la situación actual. El presidente Chávez mantiene a funcionarios militares de su absoluta confianza en cargos con control sobre todos los dineros públicos y créditos de Estado venezolano. Es ampliamente conocido en el sector financiero que el diferencial cambiario de operaciones con el gobierno se distribuye entre funcionarios, algunos banqueros, contratista e intermediarios. El procedimiento es sencillo: registrar en las cuentas gubernamentales o balances de empresas públicas las operaciones de ventas en dólares como bolívares a tipo de cambio oficial, 2,15 Bs./$, mientras que en realidad se realizan al tipo de cambio de permuta, superior en 55% ahora y hasta 300% en 2007. Asesores financieros del entorno militar-socialista del Gobierno dicen que no se hace daño “contable” al Estado. Quizás lo vean como una plusvalía cambiaria seudo-socialista para la revolución y sus héroes, aunque los pobres terminen pagando los costos económicos.
Etiquetas: Análisis Económico
1 Comments:
EL CAPITALISMO DE ESTADO es inseparable de políticas "capitalistas". El new deal de Roosvelt, el Stalisnismo, el régimen nazi, el peronismo, todos esos regímenes adoptan medidas similares: la economía es una "economía del Estado". Nunca ha habido una economía independiente. Lo de Adam Smith es un cuento muy imaginativo.
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