Una Carta Genética

Por: Alberto Barrera Tyszka

Nunca antes se habían cultivado tanto los vínculos de sangre en este país. Ese es otro de los logros de la revolución: hacer de las familias grupos unidos, eficaces

Estimada Cilia: Te escribo porque estoy indignado. Lo que está ocurriendo me parece el colmo. Nunca imaginé que la oposición pudiera llegar tan bajo. Sabíamos que eran golpistas, apátridas, terroristas... pero esto ya es demasiado: ¡también están en contra de la familia! ¡Quieren destruirlo todo!¡Son insensibles! ¡No tienen madre! ¡No tienen ni siquiera corazón! "La familia es la célula fundamental de la sociedad". Si mal no recuerdo, eso lo dijo nuestro Libertador. ¿No es así? Y tiene razón. Y por eso es que me resulta todavía más rastrera y sucia esta campaña que ha desatado la oposición en tu contra. Me corrijo: en tu contra y en contra de Bolívar, querida Cilia. Más aun: en tu contra, en contra de Bolívar y también en contra de toda la familia venezolana, de nuestros valores, de uno de los lazos más sagrados e importantes que tenemos.

Desde que vi las noticias, comencé a sospechar por dónde venían. Esa gente es capaz de cualquier cosa. Fíjate. Hasta lograron manipular a la Unión de Trabajadores de la Asamblea Nacional. Claro. Seguro que esos son unos resentiditos que se vendieron por unos dólares. Apenas ven a un tipo de la CIA y salen corriendo, de nalgas prontas, a ponerse en la lista de los traidores. Yo te digo, Cilia, aquí tenemos que hacer unas grandes jornadas de depuración. De hecho, yo estoy por proponer que la vaina tenga categoría de misión. Es algo grande urgente. Misión Purga ¿Cómo te suena? Pero los peores son los de la prensa. ¿Qué es eso de estar publicando que, supuestamente, hay más de cuarenta familiares tuyos trabajando en la Asamblea? ¿Qué manera es esa de manejar la información? Ahí es que yo siento que debería aplicarse todo el peso de la ley. Porque están manipulando, porque están tratando de engañar y de confundir a la gente. Yo estoy de acuerdo con los compañeros que dicen que aquí hay demasiada libertad de expresión. Esto es un exceso. ¿Hasta cuándo vamos a soportarlo? La censura también puede ser revolucionaria.

También se puede censurar a favor del pueblo y en contra del imperio ¿O no? Yo, por ejemplo, hubiera desarrollado toda esa información de otra manera. Pongamos que el asunto fuera de verdad, aun así, yo le hubiera dado la vuelta y hubiera convertido ese mismo caso en un ejemplo. ¿Por qué a ninguno de esos periodistas se le ocurrió hablar de la promoción de la familia? ¿Ah?¿Por qué en ningún medio salió alguna nota, o una reflexión, sobre la relación entre la quinta República y el cuarto mandamiento de la ley de Dios? Eso hubiera estado mejor que las declaraciones del compañero Escarrá. Mira que decir que nosotros nos pusimos a revisar la guía telefónica, que contamos hasta 120.000 apellidos Flores...

¿No te pareció blandengue, poco aguerrido? Yo creo que, más bien, hay que ir de frente, al ataque. Nunca antes se habían cultivado y respetado tanto los vínculos de sangre en este país. Ese es otro de los logros de la revolución: hacer de las familias venezolanas grupos unidos, eficaces. ¿Por qué nadie valora eso? Se trata, además, de un proyecto de amplio alcance. Es un diseño genético-político muy novedoso que, también, abarca a toda la sociedad. Incluso a la oposición. Ahora cualquiera puede dejar en el cargo a su mamá; cualquiera puede proponer, como sucesor en su puesto de trabajo, a su padre, a su hija o a un primo...

¡Eso también es el socialismo del siglo XXI! ¡Por fin acabamos con la absurda meritocracia capitalista y estamos promoviendo algo más humano, más sanguineo! Yo sé que no es fácil. Pero piensa que todos los verdaderos revolucionarios están expuestos a este tipo de confabulaciones. Piensa que es una prueba, que en momentos así, además, se sabe quién está de tu lado y quién no, quién es realmente de la familia. Me despido con un abrazo bolivariano.

Posdata: A propósito: casualmente, hablando con mi viejo esta semana, me contó que su abuelo, por el lado materno, era Peraza. De los Peraza de El Cajón. A su vez, esos Peraza, estaban emparentados con otra rama, con los Peraza-Cordero, de los Cordero de El Tocuyo que, según la historia, venían en línea directa de los CorderoGonzález, ligados antes con los Picón del Estado Trujillo.

Y ahí es que se pone bueno el cuento porque, según el abuelo de mi abuelo, uno de esos Picón tuvo amores y familia con una muchacha de apellido Flores que venía de Chejendé. Yo pensé de inmediato ¡Qué coincidencia! ¡Capaz de que la compañera Cilia también es de los Flores de Chejendé! ¿No será que somos familia? ¿Te imaginas? Para mí sería ideal: ¿te puedo mandar ya mi currículo?