Falsificación de una Utopía
Por: José Rafael López Padrino
La proliferación de teorías sobre los denomi-nados "modelos de socialismo" no es nada nuevo. La teorización sobre la pluralidad de socialismos, no es más que una negación absurda del socialismo científico propuesto por Marx en el siglo XIX.
Prueba de esas perversas deformaciones ideológicas, la constituyó el llamado "socialismo real" del siglo XX, el cual no fue mas allá de un populismo despótico, de partido único, de farsa democrática, de gobiernos militarizados, de represión. Regímenes que lamentablemente no condujeron a la construcción de ninguna sociedad socialista, ninguna democracia popular, y mucho menos a la emancipación de la clase trabajadora en el sentido de su definición originaria.Todos esos sistemas de gobierno fueron verdaderos fraudes sociales, que en nombre del "socialismo liberador" edificaron un capitalismo de Estado, explotador y despótico.
A esta larga lista de "socialismos" del siglo pasado se ha agregado uno nuevo, el socialismo del siglo XXI (socialismo fascista), publicitado por el tte coronel y secundado a nivel internacional por esa banda de chulos oportunistas que dependen de su petrochequera para subsistir. Se nos pretende vender este ensayo bonapartista plebiscitario como un proyecto emancipador al servicio de los trabajadores y de los excluidos sociales, nada más falaz y perverso. Constituye el mayor engaño a las aspiraciones legítimas de quienes han sido excluidos socialmente. Es un proyecto uniformado, contrario al pensamiento crítico, a la lucha de las ideas, que conculca las aspiraciones de emancipación de los sectores más desposeídos. Que mediante el chantaje, las intimidaciones, y la coacción impone un pensamiento único a los ciudadanos. Que promueve el culto a la sumisión, al fanatismo, a la manipulación ideológica, así como a la imposición con bota y pistola de una sola verdad autoritariamente.
Un proyecto socialista no puede ser siervo del poder del Estado, ni de un líder, ni del partido único, ni de los dislates de un colectivo de eunucos ideológicos. El socialismo fascista del siglo XXI por su génesis es reaccionario, excluyente, y represor, contrario a los intereses de los trabajadores y explotados.Es una estafa que confisca la palabra revolución en nombre de ideas y valores que conllevan a la consolidación de un capitalismo de Estado explotador. Que emplea la palabra socialista como etiqueta distintiva en el mercado de las ideologías, que falsea la historia a su conveniencia y usurpa símbolos e iconos revolucionarios para su beneficio político. Pero además, con el objetivo de encubrir la ausencia de derechos de los más desposeídos promueve un Estado corporativista a fin de crear la ilusión de que todo el pueblo interviene en el proceso. El socialismo fascista del tte coronel se nutre doctrinariamente de Rosenberg, de Goebbels, de Hauch, de Mussolini, y de Rocco, y no precisamente de Marx, Engels o Guevara
Prueba de esas perversas deformaciones ideológicas, la constituyó el llamado "socialismo real" del siglo XX, el cual no fue mas allá de un populismo despótico, de partido único, de farsa democrática, de gobiernos militarizados, de represión. Regímenes que lamentablemente no condujeron a la construcción de ninguna sociedad socialista, ninguna democracia popular, y mucho menos a la emancipación de la clase trabajadora en el sentido de su definición originaria.Todos esos sistemas de gobierno fueron verdaderos fraudes sociales, que en nombre del "socialismo liberador" edificaron un capitalismo de Estado, explotador y despótico.
A esta larga lista de "socialismos" del siglo pasado se ha agregado uno nuevo, el socialismo del siglo XXI (socialismo fascista), publicitado por el tte coronel y secundado a nivel internacional por esa banda de chulos oportunistas que dependen de su petrochequera para subsistir. Se nos pretende vender este ensayo bonapartista plebiscitario como un proyecto emancipador al servicio de los trabajadores y de los excluidos sociales, nada más falaz y perverso. Constituye el mayor engaño a las aspiraciones legítimas de quienes han sido excluidos socialmente. Es un proyecto uniformado, contrario al pensamiento crítico, a la lucha de las ideas, que conculca las aspiraciones de emancipación de los sectores más desposeídos. Que mediante el chantaje, las intimidaciones, y la coacción impone un pensamiento único a los ciudadanos. Que promueve el culto a la sumisión, al fanatismo, a la manipulación ideológica, así como a la imposición con bota y pistola de una sola verdad autoritariamente.
Un proyecto socialista no puede ser siervo del poder del Estado, ni de un líder, ni del partido único, ni de los dislates de un colectivo de eunucos ideológicos. El socialismo fascista del siglo XXI por su génesis es reaccionario, excluyente, y represor, contrario a los intereses de los trabajadores y explotados.Es una estafa que confisca la palabra revolución en nombre de ideas y valores que conllevan a la consolidación de un capitalismo de Estado explotador. Que emplea la palabra socialista como etiqueta distintiva en el mercado de las ideologías, que falsea la historia a su conveniencia y usurpa símbolos e iconos revolucionarios para su beneficio político. Pero además, con el objetivo de encubrir la ausencia de derechos de los más desposeídos promueve un Estado corporativista a fin de crear la ilusión de que todo el pueblo interviene en el proceso. El socialismo fascista del tte coronel se nutre doctrinariamente de Rosenberg, de Goebbels, de Hauch, de Mussolini, y de Rocco, y no precisamente de Marx, Engels o Guevara
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