Proyecto Infame
José Rafael López Padrino
La llegada al poder del tte coronel y su grupete de militares y amanuenses con boina roja, ha permitido el surgimiento de una "nueva derecha populista", pero con retórica revolucionaria. Este infame proyecto ha surgido producto de múltiples factores, entre otros por la crisis socio-económica (niveles de pobreza y exclusión social) generada por el bipartidismo adeco-copeyano como fieles exponentes del viejo bloque histórico, así como por la necesidad de continuidad del proyecto hegemónico. Perversidad que se facilitó por la ignorancia política reinante en amplios sectores populares, quienes tradicionalmente han sido terrero fértil para las falsas promesas electorales y los engañosos proyectos redentores. Ya Simón Bolívar lo había sentenciado "un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción".
Es una nueva derecha, que a diferencia de la antigua (AD-Copei), es cambiante y acomodaticia. Que incursiona discursivamente en préstamos ideológicos de izquierda, mientras adelanta un proyecto de capitalismo de Estado explotador que sume en una mayor pobreza a los trabajadores del campo y de la ciudad, al igual que a los excluidos sociales.
Es una derecha verde oliva veteada de retazos reivindicativos, alimentada de antiguas consignas movilizadoras, cebada con iconos revolucionarios, y fundamentada en disímiles ideas, muchas de ellas contrapuestas. Es un proyecto que manosea la pobreza y el hambre a fin de ejercer un control político sobre los infortunados que la padecen, que clama un supuesto anti-imperialismo, pero le sigue vendiendo petróleo al coloso del Norte para que alimente su opresora maquinaria militar, que se autocalifica de "obrerista", pero reprime militarmente a los trabajadores cuando estos luchan por sus derechos. Es un batiburrillo reaccionario que muy hábilmente ha movilizado la memoria de los oprimidos en función de sostenerse y perpetuarse en el poder.
Es un proyecto uniformado que ha conculcado los ideales libertarios de los movimientos sociales y las conquistas laborales de los trabajadores en aras de una supuesta revolución. Es una nueva derecha que no se nombra a sí misma como tal, que elude con astucia las definiciones ideológicas, y que limita su discurso a la repetición de citas célebres del Padre de la Patria, incorporadas en rápidos collages en función de las nuevas circunstancias políticas. Es un proyecto que legitima y defiende el orden capitalista (capitalismo de Estado), mientras afirma falazmente estar construyendo el socialismo.
Asistimos a un remate general de conceptos y principios. Valoraciones como "patria", "soberanía", "justicia social", "revolución", "socialismo", etc., han sido desnaturalizadas como vocablos y hoy forman parte de un discurso oportunista y manipulador orientado a la perpetuación en el poder del tte coronel y sus acólitos.
Lamentablemente importantes sectores políticos han renunciando a su pasado e hipotecado lastimosamente su independencia ideológica al apoyar al gobierno facho-burgués del tte coronel. Se han embarcado en un oportunismo soez y nauseabundo embriagados por la chequera petrolera del inquilino de Misia Jacinta. Renegados que hacen malabarismo doctrinario para justificar su adhesión a un "proyecto" contrapuesto a cualquier alternativa verdaderamente revolucionaria y socialista. De militantes de un radicalismo político irreverente se han transformado en sumisos adoradores "rodilla en tierra" del líder del proceso y admiradores de las virtudes de un capitalismo de Estado explotador que solo persigue acaparar o acumular la mayor cantidad posible de plustrabajo
La llegada al poder del tte coronel y su grupete de militares y amanuenses con boina roja, ha permitido el surgimiento de una "nueva derecha populista", pero con retórica revolucionaria. Este infame proyecto ha surgido producto de múltiples factores, entre otros por la crisis socio-económica (niveles de pobreza y exclusión social) generada por el bipartidismo adeco-copeyano como fieles exponentes del viejo bloque histórico, así como por la necesidad de continuidad del proyecto hegemónico. Perversidad que se facilitó por la ignorancia política reinante en amplios sectores populares, quienes tradicionalmente han sido terrero fértil para las falsas promesas electorales y los engañosos proyectos redentores. Ya Simón Bolívar lo había sentenciado "un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción".
Es una nueva derecha, que a diferencia de la antigua (AD-Copei), es cambiante y acomodaticia. Que incursiona discursivamente en préstamos ideológicos de izquierda, mientras adelanta un proyecto de capitalismo de Estado explotador que sume en una mayor pobreza a los trabajadores del campo y de la ciudad, al igual que a los excluidos sociales.
Es una derecha verde oliva veteada de retazos reivindicativos, alimentada de antiguas consignas movilizadoras, cebada con iconos revolucionarios, y fundamentada en disímiles ideas, muchas de ellas contrapuestas. Es un proyecto que manosea la pobreza y el hambre a fin de ejercer un control político sobre los infortunados que la padecen, que clama un supuesto anti-imperialismo, pero le sigue vendiendo petróleo al coloso del Norte para que alimente su opresora maquinaria militar, que se autocalifica de "obrerista", pero reprime militarmente a los trabajadores cuando estos luchan por sus derechos. Es un batiburrillo reaccionario que muy hábilmente ha movilizado la memoria de los oprimidos en función de sostenerse y perpetuarse en el poder.
Es un proyecto uniformado que ha conculcado los ideales libertarios de los movimientos sociales y las conquistas laborales de los trabajadores en aras de una supuesta revolución. Es una nueva derecha que no se nombra a sí misma como tal, que elude con astucia las definiciones ideológicas, y que limita su discurso a la repetición de citas célebres del Padre de la Patria, incorporadas en rápidos collages en función de las nuevas circunstancias políticas. Es un proyecto que legitima y defiende el orden capitalista (capitalismo de Estado), mientras afirma falazmente estar construyendo el socialismo.
Asistimos a un remate general de conceptos y principios. Valoraciones como "patria", "soberanía", "justicia social", "revolución", "socialismo", etc., han sido desnaturalizadas como vocablos y hoy forman parte de un discurso oportunista y manipulador orientado a la perpetuación en el poder del tte coronel y sus acólitos.
Lamentablemente importantes sectores políticos han renunciando a su pasado e hipotecado lastimosamente su independencia ideológica al apoyar al gobierno facho-burgués del tte coronel. Se han embarcado en un oportunismo soez y nauseabundo embriagados por la chequera petrolera del inquilino de Misia Jacinta. Renegados que hacen malabarismo doctrinario para justificar su adhesión a un "proyecto" contrapuesto a cualquier alternativa verdaderamente revolucionaria y socialista. De militantes de un radicalismo político irreverente se han transformado en sumisos adoradores "rodilla en tierra" del líder del proceso y admiradores de las virtudes de un capitalismo de Estado explotador que solo persigue acaparar o acumular la mayor cantidad posible de plustrabajo
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