Calidad de la Política

Por: Orlando Ochoa

La impunidad en los casos de gobernadores o alcaldes salientes que roban o desvían el uso de bienes públicos y otros rutinarios de enriquecimiento ilícito, no sólo son observados por los ciudadanos, son parte de los “ejemplos” que ven los jóvenes sin esperanza que deciden dedicarse al robo, tráfico de drogas, secuestro y asesinato en una vida criminal. Suelen encontrar colaboración en cuerpos policiales mal pagados, desmoralizados, también con otros malos ejemplos cercanos en los jefes políticos. Hay una peligrosa percepción en distintos segmentos sociales que en la política habitual venezolana se hace mucho dinero sin castigo, aunque se mantenga un discurso repetido de vocación de servicio público desinteresado.

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En las conversaciones con políticos, diplomáticos y académicos extranjeros familiarizados con América Latina, se oye con frecuencia la mala impresión que causa la práctica política venezolana de las últimas décadas, desconectada de los problemas de fondo del país. No se trata solamente de los sectores chavistas incondicionales - cuyo nivel promedio de irresponsabilidad política parece ser el más bajo posible – en particular respecto a la naturalidad con que toman la sustracción de dineros públicos y el predominio de una logia militar más fascista que socialista. En los partidos políticos tradicionales se propagaron e hicieron estragos las prácticas de corrupción en los asuntos de gobierno.

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No siempre fue así. Los estudios internacionales resaltaban que la democracia venezolana surgió de un pacto político inicialmente concebido por políticos de talento. ¿Por qué decae el sistema político venezolano? ¿Quiénes son los responsables? ¿En qué momento aparece y predomina el promedio que ahora se vuelve una nefasta referencia latinoamericana?

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La multiplicación del ingreso petrolero en los años setenta y la estrecha vinculación entre los políticos, negocios con dineros del Estado y financistas de campañas parecen ser los factores más importantes. Hoy, basta con indagar sobre los colaboradores de los gobernantes de cualquier color político en las áreas que manejan mayor cantidad de dineros públicos y se puede conocer la verdadera intención de éste político, trabajar por los ciudadanos o enriquecerse. Sin elevar la calidad de la política es difícil pensar en un futuro mejor para Venezuela.