No Al Cesarismo

Por: José Rafael López Padrino

Atendiendo las órdenes del aspirante a monarca caribeño, la bancada del PSUV de la Asamblea Nacional (AN) y otras fracciones parlamentarias serviles al régimen Cesarista, aprobaron rodilla en tierra, el pasado 18-12-08, el proyecto de enmienda constitucional con el cual el tte coronel aspira lograr su coronación. Esta farsa personificada por los cipayos de nuestra AN, fue coreografiada con una entrega de rúbricas (4.760.485 según cifras oficiales), las cuales no fueron verificadas ni auditadas por nadie; recolección realizada en la mayoría de los casos, a través del chantaje e intimidación de los trabajadores públicos y de los miembros de las misiones. Vale la pena comentar, que la recolección de firmas en favor de la enmienda provino de la necesidad de darle un toque de "aparente respaldo popular y barniz democrático" a este nuevo espectáculo ruin y grotesco. Todos sabemos que no ha habido tal iniciativa popular, sino que las supuestas firmas forman parte de un perverso libreto orquestado desde las oficinas del Palacio de Misia Jacinta en contubernio con los amanuenses de la AN y demás crematísticos del régimen.

El proyecto de enmienda constitucional ("enmiendita"), presentado de manera unilateral por el tte coronel, evidencia el sello cesarista-populista de su proyecto político etiquetado rimbombantemente como socialismo del Siglo XXI. La urgencia por la aprobación de la misma responde a i) que la conexión líder-masas comienza a desgastarse, y que su piso político se torna frágil producto de un discurso engañoso, fraudulento, y maniqueo y ii) la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional, lo cual presagia una difícil situación fiscal y niveles inflacionarios de un 30% o mas en el año 2009.

La construcción de una democracia revolucionaria nunca ha sido, ni será en torno a la voluntad de un caudillo. El líder debe ocupar el lugar de catalizador del proceso de cambios, pero nunca debe sustituir el verdadero centro de gravedad de las transformaciones revolucionarias: las masas populares. Vale la pena recordarles a estos cortesanos de Miraflores que las verdaderas revoluciones no dependen de los deseos de un mesías, o de los dislates de un aspirante a reyezuelo, sino del poder popular organizado, con capacidad de deliberación y decisión. Lo afirmado por Carlos Escarra durante su triste y genuflexa intervención en la AN ("la revolución depende de Chávez, quien es el único que puede dirigir este proyecto") confirma el carácter Cesarista del proceso, y lo conceptualiza como un ensayo de derecha opuesto a cualquier cambio social que favorezca a las grandes mayorías nacionales.

Es obvio de que existe todo un intento por parte del oficialismo, pero en especial por algunos personeros que reptan tras la bota del déspota, por construir un mito-cesarista de conducción revolucionaria en torno a la figura del monarca de Sabaneta. De configurar una matriz de opinión sustentada en que sin el tte coronel en el poder, no hay revolución, no hay futuro, no hay paz, solo guerra y caos. Primeramente, habría que preguntarse ¿Cuál revolución?, y segundo, se trata de un vulgar chantaje emocional, con lo cual se pretende manipular la intención del voto del ciudadano (la paz versus la guerra), lo cual conspira contra el concepto de la democracia participativa de la cual tanto nos habla el aspirante a monarca. Estos revolucionarios tapa amarilla, al margen de su retórica, reeditan la vieja tesis del gendarme necesario, la teoría del cesarismo democrático de Laureano Vallenilla Lanz, ministro del dictador Juan Vicente Gómez.

Así como la reforma constitucional no logró calar hondo en las grandes mayorías y fue derrotada el pasado 2D, hoy igualmente el descabellado proyecto autocrático del tte coronel plasmado en la "enmiendita" a nuestra carta magna será nuevamente derrotado. Votando NO, detendremos la consolidación del proyecto facho-caudillesco que representa el aspirante a monarca de nuestros llanos.