La política condiciona

Por: Orlando Ochoa

La evidencia diaria en los asuntos de gobierno confirma la falta de apego a un orden institucional y constitucional por parte del Gobierno del presidente Chávez. Me refiero al rechazo a la práctica de la tolerancia con otros grupos políticos y al manejo transparente y decente de dineros públicos en el ejercicio del gobierno. En economía y petróleo, las cifras no inspiran confianza, son abiertamente manipuladas bajo la misma excusa, el uso de propaganda revolucionaria para atacar a los “enemigos”, sin ningún tipo de consideración sincera por la rendición de cuentas al pueblo. Lamentablemente, se observa preocupación sobre cómo esconder los manejos de fondos para fines políticos-ideológicos dentro y fuera del país, o el enriquecimiento obsceno de los integrantes más emblemáticos del alto gobierno, PDVSA y otros entes del sector público.

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La modificación de la propuesta de enmienda constitucional del Presidente, ahora para todos los cargos electivos, dando por descontado que los poderes públicos avalan lo que haga, revela la falta de escrúpulos de Hugo Chávez. Si se asocian los groseros niveles de corrupción gubernamental impune con ésta conducta sumisa de los colaboradores, lleva a pensar que éstos le cobran caro al país el quedarse a simular una organización institucional y aceptar dicha humillación ante el país y sus familias. En éste ambiente de desinstitucionalización activa, el Presidente lleva un mensaje universalmente conocido y destructivo para la democracia, el cual Joseph Gobbels, jefe de propaganda del régimen nazi, expresó en forma memorable: “Una vez en el poder nunca lo entregaremos…”. Tampoco es nuevo el discurso socialista con prácticas políticas fascistas y negociados especulativos del peor capitalismo salvaje.

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Esta clase de política condiciona todo y no augura una conducta económica muy distinta. La aguda caída en los ingresos fiscales será suplida, en primer lugar, por financiamiento monetario del Banco Central de Venezuela – el llamado dinero inorgánico – al cual irresponsablemente se ha hecho adicto el caudillo vía las trasferencias al Fonden. El enorme problema económico y social del 2009 revela algo elemental: es imposible sostener el nivel de vida de una nación, subsidiado de diversas formas, pero todas dependientes del alto precio del petróleo. Hace falta una base económica amplia.