Capitalismo Salvaje Bolivariano
Por: José Rafael López Padrino
Las declaraciones del monarca tropical deslegitimando herramientas históricas de los trabajadores como son los sindicatos, los convenios colectivos, la huelga y el paro obrero, no son otra cosa que la expresión del carácter capitalista del régimen, y una clarinada a los asalariados de cómo este gobierno pretende enfrentar los legítimos reclamos de vastos sectores de trabajadores en los próximos meses.
Pero más aún, ha amenazado con militarizar aquellas instituciones en las cuales los trabajadores han expresado su voluntad de paralizar los servicios ante el engaño sistemático por parte del gobierno. Es el caso de la estafa a los trabajadores del Metro de Caracas en donde después de firmar el nuevo contrato colectivo, éste ha sido desconocido por el gobierno, que ahora se niega a cumplirlo y amenaza con militares esquiroles para reemplazar a los trabajadores en sus puestos de trabajo.
Pero lo más grave ha sido las aseveraciones del engorilado del Palacio de Misia Jacinta, al declarar que de otorgar aumento a los trabajadores tendría que comprometer las partidas presupuestarias destinadas a las misiones sociales. Esta afirmación encierra elementos importantes: Primero: no existe la voluntad de modificar los gastos militares faraónicos negociadas con Rusia, China y Bielorrusia. Segundo: no tiene la menor intención de alterar las políticas económicas destinadas a consolidar la emergente oligarquia bolivariana. Tercero: no hay signos de cambio en cuanto a su política de Don Regalón para con los presidentes Rock-colas (Evo, Daniel, Rafael, etc.) a quienes tiene que darle dinero para que hablen a su favor. Cuarto: El gobierno sólo ha considerado lo reservado para los programas sociales en el presupuesto nacional, como la única fuente que existe para solventar el reclamo de los trabajadores venezolanos.
Esto demuestra la pocaimportancia que tienen los trabajadores en el socialmilitarismo del siglo XXI, pero además es un intento perverso para dividir a los trabajadores de los demás sectores populares y generar de esta manera contradicciones entre ellos. Utilizar los bajos precios del petróleo como excusa para no cumplir con los contratos colectivos, es una muestra más del cinismo, pues la caída de los precios petroleros ha ocurrido en los últimos meses y la negativa a discutir las nuevas contrataciones colectivas ha sido la postura oficial en estos últimos 5 años del iluminado de Sabaneta.
Paradójicamente, mientras el régimen más usa un vocabulario de izquierda, más a la derecha se ubica en su accionar político. Ya no es sólo la flexibilización laboral, la represión brutal como las que sufrieron los trabajadores de Sanitarios Maracay, de Sidor, y más recientemente los trabajadores del ramo automotriz en Anzoátegui. Ahora el régimen antiobrero del tte. coronel pretende conculcar beneficios sociales e instrumentos de lucha a los trabajadores ¿Qué clase de socialismo es este que persigue, reprime y atenta en contra de los intereses de los trabajadores, sujeto histórico de todo cambio social revolucionario?
Pero más aún, ha amenazado con militarizar aquellas instituciones en las cuales los trabajadores han expresado su voluntad de paralizar los servicios ante el engaño sistemático por parte del gobierno. Es el caso de la estafa a los trabajadores del Metro de Caracas en donde después de firmar el nuevo contrato colectivo, éste ha sido desconocido por el gobierno, que ahora se niega a cumplirlo y amenaza con militares esquiroles para reemplazar a los trabajadores en sus puestos de trabajo.
Pero lo más grave ha sido las aseveraciones del engorilado del Palacio de Misia Jacinta, al declarar que de otorgar aumento a los trabajadores tendría que comprometer las partidas presupuestarias destinadas a las misiones sociales. Esta afirmación encierra elementos importantes: Primero: no existe la voluntad de modificar los gastos militares faraónicos negociadas con Rusia, China y Bielorrusia. Segundo: no tiene la menor intención de alterar las políticas económicas destinadas a consolidar la emergente oligarquia bolivariana. Tercero: no hay signos de cambio en cuanto a su política de Don Regalón para con los presidentes Rock-colas (Evo, Daniel, Rafael, etc.) a quienes tiene que darle dinero para que hablen a su favor. Cuarto: El gobierno sólo ha considerado lo reservado para los programas sociales en el presupuesto nacional, como la única fuente que existe para solventar el reclamo de los trabajadores venezolanos.
Esto demuestra la pocaimportancia que tienen los trabajadores en el socialmilitarismo del siglo XXI, pero además es un intento perverso para dividir a los trabajadores de los demás sectores populares y generar de esta manera contradicciones entre ellos. Utilizar los bajos precios del petróleo como excusa para no cumplir con los contratos colectivos, es una muestra más del cinismo, pues la caída de los precios petroleros ha ocurrido en los últimos meses y la negativa a discutir las nuevas contrataciones colectivas ha sido la postura oficial en estos últimos 5 años del iluminado de Sabaneta.
Paradójicamente, mientras el régimen más usa un vocabulario de izquierda, más a la derecha se ubica en su accionar político. Ya no es sólo la flexibilización laboral, la represión brutal como las que sufrieron los trabajadores de Sanitarios Maracay, de Sidor, y más recientemente los trabajadores del ramo automotriz en Anzoátegui. Ahora el régimen antiobrero del tte. coronel pretende conculcar beneficios sociales e instrumentos de lucha a los trabajadores ¿Qué clase de socialismo es este que persigue, reprime y atenta en contra de los intereses de los trabajadores, sujeto histórico de todo cambio social revolucionario?
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