La Ideología de la Mentira

Por: José Rafael López Padrino

Importantes sectores de una izquierda oportunista y huérfana de ideas persisten en apoyar al proyecto nacional-populista que representa el tte coronel y su logia militar. Algunos de ellos han llegado al extremo de etiquetarlo de “socialista”, ignorando por conveniencias personales, las políticas neoliberales impuestas por el inquilino de Misia Jacinta en estos diez años de gobierno. Política totalitaria, capitalista y antisindical que en lugar de proporcionar un mayor bienestar a la población trabajadora, ha favorecido el desarrollo de una facción burguesa emergente que se ha enriquecido aceleradamente bajo la sombra del tte coronel, y al calor del negocio petrolero, las inversiones estatales y el gasto público social. Es la llamada "boliburguesía" o burguesía bolivariana, que ha crecido al amparo del Estado, y que ha reemplazado a la vieja burguesía surgida durante los gobiernos adecos-copeyanos.

El socialismo “tapa amarilla” que pregona el tte coronel se ha reducido a la imposición de algunas políticas reguladoras por parte del Estado, y a un asistencialismo estatal de corte caritativo para las capas más pobres de la sociedad, que lejos de romper con el circulo vicioso de la pobreza en la cual están sumidos, busca su control político. Gasto social que ha sido posible gracias a los elevados precios del crudo y que el mismo no es sostenible fuera de esta dinámica petrolera alcista. Hecho que ha quedado demostrado con la puesta en práctica de las medidas económicas de carácter fondo monetarista anunciadas recientemente (chavetazo). Igualmente, este socialismo felón persigue la instauración de un capitalismo de Estado explotador (estatizaciones de algunas empresas), medidas que no pueden ser interpretadas desde ninguna óptica, como tendientes a la supresión del capitalismo, ni mucho menos a favor de los intereses de los trabajadores.

La política oficial no ha favorecido, ni favorece, el establecimiento de un proyecto socialista, que pasa necesariamente por la socialización (no estatización) de los medios de producción en manos de la burguesía. Contrariamente el régimen ha impulsado una burguesía "endógena" integrada al petro-Estado. La inclusión del termino "socialismo" en la retórica de este proyecto perverso, responde a la necesidad de contar con el apoyo de los trabajadores y de los más necesitados para mantenerse y perpetuarse en el poder. Ni la transformación de las relaciones de producción, ni el papel protagónico de los trabajadores forman parte de los planes estratégicos del proyecto bolivariano. Lo que si contempla este proyecto farisaico es la imposición de un pensamiento único, la conculcación de las conquistas laborales, la criminalización de la disidencia por pequeña que esta sea, el fortalecimiento de la jerarquía burocrática del Estado y la consolidación de la estructura militar y paramilitar (milicias) con fines represivos.

El futuro de esta revolución bastarda etiquetada como "socialista" está agotado. Todo indica que el socialmilitarismo de Chávez y su grupete han entrado en una fase decadente, donde solo la represión le garantiza su permanencia en el poder. Lo que fue una ilusión, una esperanza para muchos, se ha reducido a un movimiento político fascista nutrido con proclamas demagógicas, que se ha limitado a rejuvenecer con nuevos actores al proyecto de dominación. Lo que en un momento constituyó una "esperanza de cambio" esta acabando en una perversa maquinaria burocrático-militar dispuesta a imponer mediante la bota fascista un opresivo proyecto explotador a los venezolanos.