Emboscada Fascista
Por: José Rafael López Padrino
Lo vivido el pasado 1 de Mayo en los alrededores de Parque Carabobo, es una demostración más del carácter fascista de régimen que dirige el azote de Venezuela. De forma violenta, un fuerte contingente de uniformados (Guardia Nacional y la Policía Metropolitana) dotados con equipos antimotines, tanquetas y camiones lanzadores de agua, tendieron una emboscada en contra de los manifestantes que marchaban de forma pacífica, no para celebrar, sino para conmemorar el Primero de Mayo, día del trabajador. Lo vivido fue la crueldad y la barbarie al mejor estilo de los Fasci italiani di combattimento. Fue ver las jaurías del régimen lanzarse sedientas de odio en contra de los participantes en la marcha del 1 de Mayo. Estos “indefensos funcionarios” han escrito una nueva epopeya bolivariana, al darle “una buena dosis de perdigones y del gas del bueno” a los “apátridas” que estaban manifestando pacíficamente. Estas violaciones a los derechos humanos demuestran el grado de indefensión de los venezolanos ante un gobierno totalitario que ha conculcado todos los poderes.
Pero lo ocurrido el 1 de Mayo no es un hecho aislado, la represión gubernamental en contra de los trabajadores ha formado parte de una política que el régimen ha venido aplicando a lo largo del tiempo. La Policía de Anzoátegui bajo el mando del gobernador Tarek William Saab, asesinó a dos trabajadores durante un intento de desalojo de la planta de la transnacional Mitsubishi en Barcelona (29/01/2009); los trabajadores tercerizados de Sidor que protestaban ante la Vicepresidencia de la República fueron agredidos y detenidos por la Policía Metropolitana (30/12/2008); la Policía de Miranda, bajo el mando del gobernador Diosdado Cabello, arremetió contra trabajadores del sector Salud (30/10/2008); las enfermeras de Barrio Adentro fueron agredidas por la Policía Metropolitana y secuestradas en las instalaciones del IVSS (4/9/2008); la GN reprimió salvajemente a un grupo de trabajadores de Sidor, cuando exigían mejoras contractuales resultando algunos de ellos heridos (14/04/2008). Pero además de la represión abierta, los bastardos del régimen han institucionalizado la figura de la criminalización de la protesta obrera. El Ministerio Público ha presentado cargos contra más de 85 trabajadores por los delitos de subversión, restricción a la libertad del trabajo, etc., pudiendo ser condenados a pena de prisión, de cinco a diez años.
Es obvio que la vocación obrerista y el carácter socialista del régimen, no pasan de ser cínicas piruetas ideológicas, propias de los proyectos fascistas. Cualquiera que sea la careta con que se disfrace el tte coronel, cualquiera que sea la forma en que se presente, cualquiera que sea su retórica, el fascismo le brota por los poros, como el pus emana de las heridas gangrenadas por una infección. Duele ver a los revolucionarios de ayer convertirse en los represores de hoy al servicio de este nefasto proyecto militarista que esta destruyendo al país aceleradamente.
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