Los nuevos traidores de la patria y del pueblo

Por: Robin Rodríguez

Dirigente de Vanguardia Popular

La eliminación planteada por Chávez del sistema de Hospitalización Cirugía y Maternidad en las contrataciones colectivas de los trabajadores y profesionales adscritos a la administración publica, demuestra su clara intención de descargar sobre la espalda de la clase trabajadora el peso de una crisis que responde a la asquerosa corrupción reinante durante su 10 años de gobierno, a la pesada carga de una deuda externa incrementada con la banca mundial y otros entes de los sectores financieros internacionales (el propio imperialismo); como también por el derroche de multimillonarios recursos en cosas no prioritarias para los venezolanos, como es el caso de los miles de millones de dólares en su loca carrera armamentística y por el reforzamiento de la dependencia económica del país y de su carácter monoproductor; como parte de sus acuerdos y negocios a través de la Buliburgesia surgida durante su mandato, con los sectores que controlan el mercado a escala planetaria, siendo estos los únicos beneficiados con el aumento de nuestras importaciones.

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La crisis mundial y los desaciertos de un gobierno corrupto, derrochador, incapaz y neoliberal (su medidas así lo demuestran), los ha llevado aplicar medidas como la utilización de las reservas para financiamiento del gasto público, aumentaron los precios de los productos de primera necesidad, incluyendo los 18 productos del Mercal, aumentaron en 33% el IVA, reducción del presupuesto nacional afectando obras y planes en los estados y municipios principalmente; el retardo del situado de las alcaldías y gobernaciones para disminuir el circulante en el mercado interno para tratar de frenar la inflación con la disminución del consumo de la población en aras de mantener su posibilidades de endeudamiento. Pero lo más perverso de esta falsa revolución, es la negación de la discusión de las contrataciones colectivas, además de desconocer otras conquistas de los trabajadores dependientes del Estado y el incremento de la deuda externa con el agravante de hipotecar ahora nuestro recurso energético con la venta de petrolero a futuro.

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El carácter anti-obrero y anti-popular del régimen se demuestra una vez mas con el desconocimiento de la voluntad de los trabajadores petroleros, quienes legitimaron su federación para la discusión de un contrato colectivo que resumiera sus necesidades y aspiraciones; pero fueron burlados cuando el ministro Rafael Ramírez por orden expresa de Hugo Chávez, desconoció la condición de Secretario General del dirigente revolucionario José Bodas y de otros miembros del comité ejecutivo adscritos a la Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma (C-CURA), por el solo hecho que representan una corriente que lucha por las reivindicaciones de los trabajadores.

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Son incontables los hechos que evidencian que estamos ante un régimen fascista en lo político y neoliberal en lo económico, pero gracias a sus manipulaciones y las posiciones reaccionarias de algunos sectores que le hacen oposición, un importante sector del país no ha podido ubicar la esencia anti-revolucionaria de Chávez y su régimen. Por esta razón es que los sectores revolucionarios, progresistas nacionalistas y verdaderamente democráticos que adversamos esta falsa revolución, debemos ganar la Asamblea Nacional para colocarle un muro de contención a la avanzada autoritaria del régimen. A la vez de construir un FRENTE OBRERO-POPULAR para encauzar las luchas de los trabajadores y el pueblo en demanda de sus reivindicaciones y por la conquista de un gobierno que garantice un cambio sustancial en la sociedad, el cual debe ubicarse en: DEMOCRACIA, PROGRESO, SOBERANIA ECONOMICA Y BIENESTAR SOCIAL.