El Gran Paraguas
Por: Joaquín Hernández Alvarado
alandazu@hoy.com.ec
Fuente: Diario Hoy - Ecuador
¿En qué se diferencia el convenio de cooperación militar que se firmó al comienzo de esta semana en Washington durante la Cumbre de Seguridad Nuclear entre el Brasil y los Estados Unidos con el que hace ocho meses, aproximadamente, anunció Colombia que firmaba igualmente con los Estados Unidos y que provocó un aluvión de críticas desde el mismo presidente Lula hasta Hugo Chávez? Lo que es cierto, salvo para quienes tendrían información directa de Brasilia al respecto como los gobiernos y los ministerios de Defensa de los países de Unasur, es que en general la firma de este convenio, que ha debido venir preparándose desde hace meses, sorprendió a la opinión pública. ¿No había un alejamiento o por lo menos una distancia crítica del Brasil frente a los Estados Unidos en temas candentes como las relaciones con Irán, la represión en Cuba a los disidentes y la violación a la libertad de expresión en Venezuela? ¿De dónde acá la firma del "Gran Paraguas", expresión del ministro brasileño Jobim, que si bien es cierto es un acuerdo muy general, abre nuevas perspectivas de cooperación en el tema de defensa como iniciativas comerciales, proyectos de tecnología militar compartidos? En Bogotá, durante su visita, el secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los EEUU, Arturo Valenzuela, declaró en una entrevista concedida a la revista colombiana Semana que el acuerdo que se firmaría con el Brasil era muy parecido al que se firmó con Colombia. Y que el origen estuvo en la relación de los generales Keen y Peixoto cuando el primero estudió en la Escuela Superior de Guerra en el Brasil.
Hasta ahora ha habido silencio por parte de las cancillerías de los países latinoamericanos que reclamaron duramente por la firma del convenio entre Bogotá y Washington. ¿Qué habría llevado al Brasil, líder de Unasur por otra parte, a firmar este convenio, después de más 30 años de suscripción del último? La Cancillería brasileña ha aclarado su posición, al revés de lo señalado por Valenzuela en su entrevista, que no existe punto de comparación entre los dos convenios. La diferencia radical para Brasilia es que su convenio no contempla la creación de bases militares con presencia de militares estadounidenses en territorio brasileño, cuestión que sí consta en el firmado con Colombia.
Habrá que conocer los textos de los convenios para llegar a conclusiones objetivas. El gesto político de acercamiento es innegable. El tema de bases militares no marca una diferencia absoluta en términos de cooperación. Si los EEUU quisiesen atacar Venezuela como denuncia cada vez que puede el presidente Chávez, puede hacerlo desde el Caribe y desde el espacio. Y el intercambio de tecnología puede ser más decisivo que la presencia militar en tierra.
Bogotá celebra evidentemente este convenio. El Tiempo, en un editorial, resume la postura: "Ahora que el Brasil, líder de Unasur, intercambiará tropas, tecnología y arsenal con el Pentágono, se espera que el debate diplomático sobre el acuerdo entre Colombia y los Estados Unidos quede finalmente zanjado".
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home