El Estado de Excepción
Derechos fundamentales conocidos como el núcleo duro de los derechos humanos que en ninguna circunstancia pueden ser restringidos, están siendo vulnerados cotidianamente para colocarnos claramente frente a un golpe de Estado constitucional continuado en Venezuela
Por: Rocío San Miguel-Tal Cual Digital
El Presidente de la República ha extendido la declaratoria del Estado de Emergencia por 60 días más, en fraude a la Constitución, que sólo autoriza en su artículo 338 a que se dicte por un periodo de 60 días, prorrogable por 60 días más, para un total de 120 días de emergencia nacional permitidos, entendiendo que un gobierno eficaz es capaz de resolver una emergencia en 4 meses.
Ya no se cuidan las formas legales, ni existe control democrático del Parlamento ni del Tribunal Supremo de Justicia para hacer cumplir la Constitución al Presidente y lo más grave, por muy diversos motivos hemos entrado en un estado de excepción que ha suspendido las garantías constitucionales de manera permanente a requerimiento de Chávez.
Más peligroso aún es que derechos fundamentales conocidos como el núcleo duro de los derechos humanos que en ninguna circunstancia pueden ser restringidos, están siendo vulnerados cotidianamente para colocarnos claramente frente a un golpe de Estado constitucional continuado en Venezuela.
Haciendo el ejercicio de confrontar algunas de las garantías de ese núcleo duro de derechos humanos que de acuerdo a la Constitución, la Convención Americana de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos no pueden restringirse ni suspenderse en ninguna circunstancia versus los que está sucediendo, encontramos amargamente que estos derechos fundamentales están siendo brutalmente confiscados.
1. La vida: el primero de ellos, que es hoy por hoy el derecho más violado en Venezuela. El Estado hace rato perdió las posibilidades de garantizarla en el marco del festín macabro de homicidios que ocurren en el país a diario. 11 años sin política de seguridad ciudadana.
2. La igualdad ante la ley: Simplemente no existe. El país está dividido para el gobierno entre sus seguidores y opositores. A los primeros se le reconocen derechos. A los segundos, "enemigos de la patria", se les condena a la más brutal exclusión.
3. La integridad personal, física, psíquica y moral: Convenientemente vapuleada desde el discurso oficial, que sentencia, condena y ordena la privación ilegal de la libertad; ofende e insulta sin contención, a veces en cadena de radio y televisión y mantiene en desasosiego a un país al que agota psicológicamente con el claro ejercicio de lograr sea sumiso, desarticulado y temeroso del poder infinito de un Presidente.
4. El debido proceso: confiscado por la inexistencia de un sistema de justicia autónomo e independiente, que incluye al Ministerio Público y al Poder Judicial con honrosas excepciones de jueces y fiscales que casi siempre terminan destituidos o sin conocer los casos que interesan al gobierno. En algunos casos más graves, son encarcelados.
5. La información: Oficialmente restringida desde el 1º de junio de 2010, a través del Centro de Estudio Situacional de la Nación (Cesna) que podrá clasificar, prohibir y restringir información, hechos y circunstancias de la vida nacional.
Ha sido decretado medio año de emergencia nacional, con el fin de relegitimar y reinstitucionalizar la autoridad de Chávez que se desmoronaba.
Etiquetas: Derechos Humanos
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